El miércoles 4 venció la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo en el marco de las negociaciones paritarias para las ramas 21 y 17 de la UOM.

De esta manera, el gremio consiguió la libertad de acción para dar inicio al plan de lucha anunciado el 7 de mayo, que incluía un paro de 24 horas en todas las plantas del país, en una medida que prometían intensificar con el correr de las semanas.

Sin embargo, y antes de oficializar la medida de reclamo, el sindicato decidió apelar por última vez a la buena predisposición empresaria, manteniendo reuniones informales a contrarreloj con el objetivo de cerrar un acuerdo antes del final del día.

Minutos después de las 16 uno de los participantes de las conversaciones aseguró en diálogo con El Cronista que se trabajaba en la redacción final de un posible acuerdo para la rama 17.

"Estamos todos esperando que sea posible cerrar y evitar el conflicto mañana. El panorama a esta hora está 60%-40% a favor de una solución", se sinceró.

Finalmente, se acordó con cinco de las seis cámaras una suba acumulada remunerativa del 7,8% (llega a 11,2% si se tiene en cuenta lo no remunerativo) a pagar de la siguiente manera:

  • Abril: 3,3% sobre los valores de planilla al 31/03/2025 - Suma fija No remunerativa de $30.000
  • Mayo: 1,2% sobre los valores de planilla al 30/04/2025 - Suma fija No remunerativa de $25.000
  • Junio: 1,1% sobre los valores de planilla al 31/05/2025 - Suma fija No remunerativa de $25.000
  • Julio: 1% sobre los valores de planilla al 30/06/2025 - Suma fija No remunerativa de $25.000
  • Agosto: 1% sobre los valores de planilla al 31/07/2025 - Suma fija No remunerativa de $25.000.

También se fijó una base de cálculo futura con un aumento del 3,14% en el mes de septiembre, y se fijó el denominado Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR)en $877.796 a partir de abril, cifra que se actualiza hasta llegar a $909.114 en agosto.

Así, para los ingresantes de la rama 17 el nuevo valor hora será de $3.514,91 desde el 1 de abril y de $3.783,71 desde el 1 de septiembre.

La cámara que no firmó fue CAMIMA, por no no compartir "ni los términos del acuerdo ni los incrementos que sí suscriben las cámaras firmantes (...) por hacer peligrar en forma real y cierta la economía de las Pymes metalúrgicas".

"Las mejoras salariales, si bien necesarias y anheladas por CAMIMA para todos los trabajadores, deben responder a un incremento de la productividad, a una disminución de la litigiosidad y a una reducción de las tasas e impuestos. Estos principios guiaron la postura de nuestra cámara en la negociación y seguirán haciéndolo", afirmó José Luis Ammaturo, secretario de la entidad.

Sin embargo, y en el caso que lo pactado sea homologado por la Secretaría de Trabajo, existe la posibilidad de que esta misma obligue también a CAMIMA a aceptar el acuerdo como sucedió en otros casos con anterioridad.

El caso de la rama 21 es más sensible. La última audiencia, llevada a cabo el martes, duró menos de media hora. Las charlas con la Cámara Argentina del Acero están estancadas desde noviembre 2024, en un conflicto que incluyó varios desplantes y acusaciones cruzadas.

Este jueves por la noche seguían las conversaciones para intentar firmar una recomposición también para dicha rama, algo que del lado de la UOM daban casi por descartado.

"Los compañeros Furlán y Brunelli no fueron muy entusiastas a la audiencia. Primero se va a cerrar lo que tiene que ver con la rama 17 y después se verá qué pasa con la siderurgia", señalaron desde el espacio sindical.

Además de la crisis económica y el impacto en el sector de las políticas arancelarias impuestas por Donald Trump, en el último tiempo se sumó además otro condimento extra que empantanó el terreno: la decisión del Gobierno de poner un techo paritarioen línea con sus proyecciones inflacionarias.

Esto afectó el resultado final de las negociaciones, reconocieron desde el gremio: "Le comunicamos el acuerdo alcanzado para las actividades de la 17 a todos los secretarios generales de todo el país por medio de un Zoom y ellos lo han aceptado, pero no con alegría. El Gobierno nos pone un techo y los empresarios se agarran de eso para no darnos lo que nos corresponde"