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"Hoy vence la Conciliación Obligatoria", confirmó un funcionario del Ministerio de Trabajo de la Nación que viene monitoreando el conflicto que se desató cuando Terminal Puerto Rosario (TPR), una de las vías principales del circuito logístico hacia el exterior, despidió a 25 trabajadores, hace más de 30 días.
El conflicto cobró fuerza por estas horas, luego de la advertencia que realizó la Unión Industrial Argentina (UIA), el miércoles pasado, en un comunicado de prensa donde señaló que se encuentra paralizado la carga y descarga de 1000 contenedoresque quedaron "varados a la intemperie".
La entidad denunció que se están afectando las industrias que "necesitan de los insumos de uso difundido, productos perecederos e incluso críticos allí contenidos, especialmente de los sectores alimenticio y farmacéutico".
El daño, no recae sólo en la imposibilidad de abastecimiento de las industrias, sino además sobre las exportaciones que son la principal fuente de ingreso de divisas al país, describe el texto.
"Empresas argentinas -particularmente cerealeras, alimenticias, automotrices y exportadoras de electrodomésticos- tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior a los que no pueden responder, generando paradas de producción, riesgos de pérdidas de mercados de exportación e incluso sanciones por el incumplimiento de los compromisos asumidos", alertó la UIA.

La central empresaria que dirige Daniel Funes de Rioja, mantuvo gestiones con las autoridades, pero el conflicto escala y afecta las cadenas de valor, por eso, como alternativa para restablecer el abastecimiento de bienes a lo largo del país se le pidió al Ministerio de Trabajo que la actividad se declare "esencial".
En la oficina de Kelly Olmos recepcionaron el pedido, pero aguardan por la normalización de actividad a partir del acuerdo entre las partes implicadas. Hoy vence la conciliación obligatoria y "hubo avances" en una audiencia que continuará mañana a las 10 de la mañana, indicaron.
El conflicto
Luego de una negociación con dirigentes del Sindicato Unido Portuarios Argentina (SUPA), 20 puestos fueron recuperados, sin embargo, la situación se tensó por varias razones, entre ellas, la propia empresa "incumplió la conciliación obligatoria", precisaron fuentes oficiales.
Leonardo Feltrinelli, gerente general de TPR, una sociedad integrada por la chilena Ultramar y Vicentín explicó que "el conflicto está centrado en cinco personas que fueron despedidas con justa causa" y aseguró -en diálogo con medios de Santa Fe- que no darán marcha atrás.
Desde la Terminal apuntan a acciones de violencia directa de estos cinco trabajadores contra las autoridades y vandalización de la propiedad de la compañía.
En diálogo con El Cronista, un dirigente del sector portuario fue poco optimista sobre la pronta solución al considerar que el conflicto es de "alto voltaje" y muestra que en Rosario "hay una anarquía total" que mantiene enfrentados a los propios dirigentes con los trabajadores.
Como se trata de un puerto privado, por ahora, el Ministro de Transporte, Diego Giuliano, que lidia con un tendal de "asuntos pendientes" en relación a la gestión de las vías marítimas y fluviales, un sector con importante atomización en su representación gremial, se mantiene al margen.
Este miércoles, Giuliano recibió a Juan Carlos Schmid, titular del sindicato de Balizamiento y líder de la Federación Marítima Portuaria de la Industria Naval (Fempinra), que representa a 18 organizaciones, pero no a los SUPA, y repasó los reclamos pendientes del área marítimo- portuario.
La estructura de los "SUPA" se encolumna detrás de otra entidad nacional que lidera Marcelo Osores (titular del SUPA de Bahía Blanca), la Federación de Estibadores Portuarios Argentinos (FEPA).
Esta semana, el juez federal Sebastián Ramos procesó y embargó al secretario adjunto del SUPA de la delegación porteña, Diego Corvalán, y a otros 15 trabajadores de la organización, quienes habían sido acusados de los delitos de "autor y coautores penalmente responsables de abuso de armas y daño agravado". Los hechos se registraron en el Puerto de Buenos Aires, en 2020.













