

El Tribunal Oral Federal 6 dio a conocer esta tarde el veredicto por el intento de asesinato de Cristina Kirchner y condenó a los principales acusados, los integrantes de la denominada "banda de los copitos", Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.
Luego de que se les concedieran las últimas palabras a los acusados, Sabag Montiel recibió una pena de 10 años de prisión, mientras que Uliarte fue condenada a 8 años como partícipe necesaria de tentativa de homicidio agravado.
La pena de Sabag fue unificada con una anterior, por lo que pesarán sobre él 14 años de prisión.
El juicio ante el Tribunal Oral Federal 6, integrado por la jueza Sabrina Namer y los jueces Ignacio Fornari y Adrián Grunberg, había comenzado en junio de 2024 en los tribunales federales de Retiro y declararon 157 testigos.
Sobre un tercer acusado, Nicolás Gabriel Carrizo, la fiscalía no formuló acusación, por lo que será absuelto. Los fundamentos de la decisión se conocerán el 9 de diciembre.
Montiel quedó condenado como autor de tentativa de homicidio agravado por mediar el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra.
Sin embargo, la pena impuesta fue menor a la pedida por la fiscal del caso Gabriela Baigún, quien había reclamado 15 años de condena con el agravante de violencia de género.
El Tribunal rechazó un planteo de la defensa para declarar inimputable a Sabag Montiel, autor del fallido atentado, y tampoco prosperó otro de la defensa de Uliarte para declarar su "incapacidad mental sobreviniente" y suspender el juico en lo referido a su persona.
El intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner ocurrió la noche del 1° de septiembre de 2022, en la puerta de su domicilio, cuando un hombre armado intentó dispararle en la cabeza mientras la entonces vicepresidenta saludaba a militantes que se habían concentrado en apoyo a su defensa en una causa judicial.
El agresor, Fernando André Sabag Montiel, gatilló a pocos centímetros de su rostro, pero el disparo no salió. El hecho fue registrado en video por varias cámaras y generó un fuerte impacto político y social en todo el país.
A partir de la investigación judicial, se determinó que Sabag Montiel no actuó solo. Junto a su pareja, Brenda Uliarte, y un grupo de allegados, conformaban un pequeño círculo que vendía copos de azúcar en la vía pública, lo que derivó en que fueran conocidos mediáticamente como "la banda de los copitos".
Detrás de esa fachada, los imputados compartían discursos violentos en redes sociales y conversaciones privadas donde manifestaban odio hacia la exmandataria y dirigentes del oficialismo.
Las pericias del expediente y los mensajes recuperados de los teléfonos mostraron que existieron planes previos para atentar contra Fernández de Kirchner, además de un clima de radicalización ideológica dentro del grupo.













