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El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, lanzó una dura crítica al modelo económico del presidente Javier Milei.
El “alfil” de la gestión de Axel Kicillof alertó sobre el deterioro del poder adquisitivo de las familias argentinas y afirmó que “la gente no llega a fin de mes y se endeuda para comprar comida”.
La advertencia se dio en el marco de la presentación de datos sobre la situación económica provincial, que según el Ejecutivo bonaerense muestran un panorama preocupante en materia de empleo, consumo y actividad industrial.
El peso de la recesión en el territorio bonaerense
Acompañado por el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo, y el director de ARBA, Cristian Girard, Bianco detalló que la recesión impacta “de manera muy fuerte” en el distrito que concentra aproximadamente el 40% de la población del país y la mitad del entramado industrial argentino.
“La industria es uno de los sectores más perjudicados por las políticas económicas actuales, y la provincia de Buenos Aires alberga alrededor del 50% de la producción industrial nacional. Los números que estamos relevando muestran una contracción sostenida en la producción, el consumo y los ingresos de los trabajadores”, explicó el ministro.

Según datos del INDEC, la actividad industrial acumuló una caída interanual del 13,7% en los primeros ocho meses de 2024, mientras que el consumo masivo registró retrocesos significativos en el mismo período. La provincia de Buenos Aires, por su peso específico en la matriz productiva nacional, es particularmente vulnerable a estos indicadores.
Endeudamiento provincial y fondo para municipios
Durante su exposición, Bianco abordó la necesidad de que la Provincia acceda a “recursos adicionales” mediante “instrumentos de financiamiento”, en referencia al proyecto de endeudamiento provincial que se encuentra en tratamiento legislativo.
El funcionario confirmó que el ejecutivo bonaerense envió al Poder Legislativo una propuesta que contempla destinar “un porcentaje de la deuda prevista” a la creación de un fondo específico para asistir a los 135 municipios de la provincia, muchos de los cuales atraviesan dificultades financieras para sostener servicios básicos.
“La provincia necesita ese endeudamiento para fortalecer sus finanzas y, a partir de ahí, puede destinar una porción a los municipios, como está contemplado en el proyecto. Si se establece un fondo fijo sin vincularlo a nuevos recursos, esos fondos tendrían que salir de la recaudación propia provincial, lo que complicaría aún más la situación”, argumentó Bianco.
El proyecto de endeudamiento buscaría compensar, al menos parcialmente, la caída en la recaudación provincial y los recortes de transferencias nacionales que afectan tanto a la administración provincial como a los gobiernos locales.
Coparticipación y transferencias: el reclamo a Nación
Uno de los puntos centrales del planteo del ministro fue la diferenciación de esta crisis económica respecto de períodos anteriores. Bianco subrayó que el escenario actual se agrava por “la caída de la coparticipación federal” y “los recortes de transferencias que superan los 13 billones de pesos” ejecutados por la administración nacional.
La discusión por la coparticipación federal es histórica en Argentina, pero se intensificó durante 2024. La provincia de Buenos Aires reclama una mayor participación en la distribución de impuestos nacionales, argumentando que recibe una proporción menor en relación con su aporte al PBI nacional y su cantidad de habitantes.
“Esta crisis tiene características particulares porque se suma el ajuste en las transferencias desde la Nación. Por eso insistimos en que podemos crear un fondo para municipios siempre que el gobierno provincial pueda acceder a financiamiento adicional. Esa es nuestra propuesta, y ahora entramos en una etapa de negociación legislativa”, sostuvo el ministro.
La estrategia provincial frente a la crisis
Bianco cerró su intervención ratificando el compromiso del gobierno de Kicillof de “acompañar a los trabajadores, los sectores productivos y los municipios” para evitar que la situación económica derive en “desesperanza social”.
El posicionamiento del funcionario se inscribe en la estrategia política del kicillofismo, que busca diferenciarse de la gestión nacional presentándose como un dique de contención ante los efectos del ajuste económico implementado desde diciembre de 2023.
La tensión entre el Gobierno nacional y el provincial promete mantenerse en los próximos meses, especialmente si los indicadores económicos y sociales no muestran una recuperación sostenida que alivie la presión sobre los sectores más vulnerables de la población bonaerense.















