En el Gobierno fueron claros: para las elecciones nacionales la alianza en la Provincia de Buenos Aires será de color violeta, pero a solo unas semanas del cierre de listas locales el escenario del armado se mantiene incierto: el acuerdo con el PRO todavía está en plena cocina de negociación y dentro del sector amarillo se profundizaron las divisiones por la lapicera de "el jefe" de La Libertad Avanza, Karina Milei. Tras la condena de Cristina Kirchner, los líderes del armado Sebastián Pareja, por LLA; y Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, por el PRO, retomaron las conversaciones oficiales esta semana. El objetivo es consolidar un frente sólido para derrotar al peronismo en la Provincia, pero en el medio los intendentes amarillos que no están de acuerdo con el armado karinista empezaron a pisar más fuerte. Por caso, se sumó la mano de Emilio Monzó, diputado nacional de Encuentro Federal con pasado amarillo que, según trascendió durante los últimos días, se acercó nuevamente a Mauricio Macri para ofrecerle un armado paralelo en la Provincia sin los libertarios. Ambos focos de conflicto tienen en común que los opositores ven una debilidad en LLA: no tienen poder en los distritos. Solamente cuentan con tres intendentes propios: Diego Valenzuela, en Tres de Febrero; Fernanda Astorino, en Capitán Sarmiento; y Ramiro Egüen, en 25 de Mayo. Por otro lado, entre la UCR y el PRO acumulan 40; 27 y 13 respectivamente. "Él está en bolas y le fue a decir que a Macri que los libertarios lo van a dejar en bolas, y por qué no aliarse. En sus distritos ganan", fue la propuesta que le esbozó Emilio, según una fuente del radicalismo bonaerense que dialogó con El Cronista. En este escenario juega el componente de que Karina dejó de lado las conversaciones que el PRO quiso entablar con la UCR de Maximiliano Abad. Allí también impulsaba un acuerdo con Abad el sector del asesor presidencial Santiago Caputo, las Fuerzas del Cielo, quienes se diferencian de la estrategia del clan Menem, Eduardo "Lule" y Martín. Sin embargo, la decisión no es de Macri sino de Ritondo, el líder del PRO bonaerense a quien el expresidente le encomendó la tarea de orquestar la alianza y desde entonces hace equilibrio con los más resistentes para poder acordar con LLA. "Yo no estoy de acuerdo en ningún esquema de lo que está planteando Monzó.Ya no le fue muy bien a Mauricio escuchándolo, y lo dijo él. El senador de Monzó votó a favor de las reelecciones, así que si es ese el camino, estamos sonados", sostuvo ante este medio una alta fuente del armado en off the record. Se refería a Marcelo Daletto, senador de la cuarta sección que apoyó las indefinidas en la provincia en el Senado bonaerense esta semana, lo cual fue repudiado por la Casa Rosada y el PRO. Por otra parte, uno de los intendentes rebeldes le transmitió a este medio que hay 9 de los 13 municipios amarillos que se mantienen reacios al acuerdo: "No se llevan bien con LLA, desconfían o no quieren y prefieren alinearse con otros partidos", expresó. Los otros cuatro que se distancian son Mar del Plata, Pinamar, Zárate y Arrecifes; los más propensos a entablar el acuerdo, según la fuente. En este sentido, desde el PRO sostienen que Karina no solamente quiere la mitad de las listas en los distritos del PRO sino que "no cede la lapicera a los intendentes". Quienes creen que pueden negociar mejores posicionamientos por esto se enfrentan a la visión de Ritondo y Santilli en cuanto a que la fuerza del sello de LLA hoy es más importante. Esta fórmula la defiende especialmente Santilli, dispuesto a directamente someterse a una "adhesión" y a quien perfilan desde LLA como candidato para la Primera Sección, con casi 5 millones de habitantes. Se trata del segundo distrito con más representación en la provincia, casi empatado con la Tercera, a donde se jugaba Cristina antes de la condena. Fuentes de LLA desconocieron la alternativa de Monzó y se distanciaron de los trascendidos, aunque uno analizó en diálogo con El Cronista que "los que Ritondo no pueda meter ahí le van a ir a tocar la puerta a Emilio". El reloj para cerrar el armado corre, puesto que si bien las elecciones son el 7 de septiembre, el cierre de listas bonaerenses es el próximo 9 de julio. Pareja y los Menem por lo pronto no parecen estar dispuestos a ceder y, por el contrario, ya activaron una campaña bonaerense nacionalizada con figuras de peso al frente, como los ministros destacados en las áreas de interés de la provincia y el propio Javier Milei. En ese sentido, anoche el jefe de Estado y su Gabinete participaron activamente de un Congreso libertario bonaerense que organizó Pareja en La Plata. Reforzar el sello violeta e imponer el slogan "kirchnerismo o libertad" fue la receta que funcionó para sacarle el bastión al PRO en la Ciudad con candidaturas atomizadas y creen que se repetirá en la Provincia, esta vez con una sola alternativa viable: La Libertad Avanza.