

Tras ser electo diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires hace dos años, Leandro Santorose posicionó como el candidato de consenso de Unión por la Patria para disputar la Jefatura de Gobierno porteña, en manos de dirigentes del PRO desde hace cuatro gestiones.
El peronismo no ha podido medirse en instancia de balotaje contra el oficialismo desde que lo hiciera Daniel Filmus en 2011. Sin embargo, Santoro aspira a enfocar su campaña en los asuntos que "hartaron" al electorado porteño, en búsqueda de una renovación de mando que dé respuesta al déficit de alquileres y que brinde soluciones a la crisis educativa, entre otros aspectos.
"Son muy inteligentes para hablarle al votante", reconoce en una extensa charla con El Cronista, presagiando una disputa electoral compleja, al igual que las anteriores.
Las elecciones porteñas y la maquinaria PRO, según Santoro
- ¿Cómo ve esta campaña con respecto a otras?
- Es completamente diferente. Si el Gobierno no hace algo rápido, me parece que estamos frente a un probable colapso electoral el 13 de agosto porque por primera vez Horacio Rodríguez Larreta tomó la decisión de armar un sistema de concurrencias. Hasta ahora los ensayos que se hicieron demuestran que los comicios pueden durar arriba de 20 horas. Es insólito. Si hay un colapso es toda responsabilidad del Jefe de Gobierno por querer favorecer a Martín Lousteau. En 2019 también se modificó el sistema de votación, pero unificando con la boleta presidencial para levantar a Macri.
- Usted viene de formación alfonsinista, ¿cambió el radicalismo y por eso se separó de la UCR o cambió el peronismo y se vio incluido?
- Las dos cosas. Yo siempre fui de centroizquierda y el radicalismo hizo un giro pragmático hacia la derecha que no me gustó. Yo me sentí interpelado a partir del discurso de la transversalidad política de Néstor y que después fue ampliado por Cristina.

- Su competidor, Martín Lousteau, evoca seguido a Alfonsín, ¿en qué se diferencia de ellos?
- Estos no lo conocieron ni saben cómo pensaba. El que fue formado por Raúl Alfonsín personalmente fui yo, ellos no lo conocieron. El que iba a comer con Alfonsín los jueves es el que te está hablando a vos. Al que le recomendaba libros para leer era a mí. El que fue los últimos dos cumpleaños de Alfonsín fui yo.
- Habla de "hartazgo con el PRO" pero ¿cómo explica que gobierne la Ciudad desde hace 16 años?
- Lo que creo que pasa es que mucha gente, incluso frente al hartazgo y al no encontrar una alternativa mejor, vota esa continuidad. Pero por eso yo estoy presentando un programa de Gobierno de más de 100 páginas, con una campaña propositiva, diagnósticos y conceptos precisos para los principales problemas y sin hablar boludeces. Ellos son muy inteligentes para hablarle al votante.
- ¿A qué se refiere?
- Tienen estudios de opinión y punteros que articulan tanto con los métodos de la vieja como la nueva política. Vas a las villas de la Ciudad y quienes reparten planes sociales y mercadería son los del PRO. No soy ingenuo, sé que esto pasa en la política. Lo que digo es que Macri armó una máquina electoral profesional. Amplió su espacio con peronistas y radicales y además son inteligentes en la construcción de una agenda.
Las propuestas de Leandro Santoro para el subte y los alquileres
- ¿Cuáles son los puntos que hartan al votante porteño de estas gestiones?
- La gente está cansada. Cuando Larreta comenzó a disputar su candidatura presidencial abandonó la gestión y empezó a mostrar falencias que hasta ese momento estaban ocultas. Estuvimos tres meses sin ministro de Seguridad, cobraban cánones irrisorios para el servicio de recolección de autos, no hay vacantes educativas, que hayan vendido Costa Salguero, que aprueben excepciones inmobiliarias y que hayan sancionado un código urbanístico que está colapsando Buenos Aires; me parece que terminan chocando con la realidad. Eso le está pasando a los vecinos de Núñez y Belgrano, donde el PRO es muy fuerte: por los edificios que aprobaron hay casas lindantes que se están hundiendo, literalmente.
- ¿Y cuál sería la contrapropuesta a esto último?
- Derogar el código urbanístico. Hay torres que ya no se pueden tirar para atrás, pero sí se puede poner un límite a la construcción en altura y priorizar el espacio público para terminar curros.
- ¿Qué propuestas tiene para solucionar el problema de los alquileres?
- Tenemos muchas. Pero lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay una política que vaya a resolver de la mañana a la noche este tema. Todas las ciudades del mundo tienen este problema. Cuando estuve en Europa hablé con Ada Colau, quien llegó a ser alcaldesa de Barcelona porque lideró el movimiento de inquilinos. Ella me aconsejó combinar todos los instrumentos posibles en simultáneo.

- ¿Y cuáles serían?
- No basta con poner un impuesto a la vivienda ociosa o que todo se acomode por el mercado. Como diría Willy Brandt, tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario. Hay que regular a Airbnb, por ejemplo. No puede haber 374 departamentos en alquiler y 20.000 para la plataforma. Departamento que entra en Airbnb sale del mercado de alquileres. ¿Qué hay que hacer? Un sistema de licencias en donde el Estado las otorgue y se distinga si el pequeño propietario tiene una vivienda y la quiere poner en la aplicación o si corresponde a una gran constructora que busca hacer viviendas para Airbnb. A mí me encantaría que todo el mundo gane en dólares, pero si todas las propiedades se rigen por eso directamente te seca la plaza tradicional.
- ¿Propone algún plan para la reconversión del microcentro?
- Sí. A diferencia de Larreta y Lousteau, que le están dando subsidios para reconvertir el microcentro a cambio de nada, nosotros proponemos hacerlo bajo una condicionalidad: el Estado te ayuda con un subsidio, con un crédito a tasa subsidiada o reduciéndote Ingresos Brutos, pero vos modificás tu oficina en un departamento para alquilar, pero no para hacer Airbnb. También buscaremos hacer como en Madrid y poner tasas a la vivienda ociosa, siendo mayor si el propietario reside afuera de la Ciudad.
Piquetes, docentes, subte y coparticipación, según Santoro
- Sobre el asunto de los piquetes, ¿opina que prevalece el derecho a circular o a la protesta?
- Hay mucha demagogia sobre esa discusión. Bullrich era ministra de Seguridad cuando Macri era Presidente y Larreta era Jefe de Gobierno porteño, ¿pudieron evitar los piqueres? No. La principal causa de los piquetes es la desigualdad social y hay que trabajar sobre eso. Ahora, como no podemos esperar a que se solucione eso, nosotros propusimos que para garantizar ambos derechos hay que construir la figura de un mediador o conciliador político, que para mí tiene que ser una persona con mucho poder, con acceso directo al Jefe de Gobierno y que cada vez que se insinúe un foco de conflicto busque evitarlo. Necesitás esa persona que permita regular esa propuesta garantizando carriles.
- ¿A quién propone?
- No lo voy a decir todavía. El problema que tenés en las capitales es que los reclamos que se trasladan muchas veces son nacionales. Entonces esta persona debe tener un buen diálogo con el Gobierno y con las organizaciones sociales.
- ¿Qué opina acerca del concepto de regular el orden y la protesta social?
- Todas las protestas son distintas. Vengo del alfonsinismo y creo en la democracia participativa, una concepción de una democracia maximalista, no minimalista, para mí la democracia no es solamente un régimen electoral, es un marco de convivencia, son reglas de juego. Acá también sucede que no hay un protocolo de negociación y los funcionarios públicos no responden. Si una organización representa 10.000 vecinos la tenés que escuchar, de la misma manera que la protesta no puede colapsar la Ciudad.
- ¿Cuántos kilómetros de subte promete construir?
- 32 kilómetros en 10 años. Sería la línea F, G e I que fueron aprobadas hace más de veinte años y que nunca se hicieron.

- ¿Cree que la Ciudad está en las condiciones para poder acceder a ese tipo de financiamiento?
- Sí, por los créditos verdes, que son líneas de financiamiento especiales que dan un montón de organismos internacionales. Ahora, otro tema es que la mitad de las estaciones de subte son inaccesibles para personas con discapacidad o con problemas de movilidad. Hay una ley que los obligaba a hacer estas obras, pero como la incumplieron entonces sacaron otra ley que prorroga la ley anterior. No sé qué les cuesta...
- ¿Cómo evalúa la situación docente?
Es importante eso. Desde 2012 la Ciudad está en emergencia docente y hace 11 años que no pueden resolver la emergencia. Con Maru Bieli [legisladora porteña del Frente de Todos] tenemos un proyecto de ley para salir de la emergencia docente con políticas concretas. No es chamuyo, está presentado. Uno de cada cuatro maestros renuncia al primer año de que es docente porque el desincentivo no solamente es salarial, vos tenés aulas con 35 pibes, no aprende nadie. La emergencia docente es tan grande que van a enseñar personas sin recibirse y con el 70% de las materias aprobadas y se las maquillan de prácticas o residencias a contraturno. Hay que generar un sistema de becas estratégica para que algunas carreras tengan un incentivo mayor para que los pibes se puedan dedicar a eso. También hay que resolver las 1800 horas libre que hay por día.
- ¿Qué haría con el litigio por la coparticipación?
- Lo única posible. Poner a los contadores a trabajar para que toquen lo que les corresponde. No es ideológico esto. Lo que pasa es que creo que el error de Larreta y de Macri fue hacerse los vivos con los números y lo mandaron por Decreto, generando después un quilombo con todos los gobernadores. La Nación no tiene la obligación de financiar la seguridad de un solo distrito con eso, tiene que transferir la plata que está estipulada por mes y punto.
- Eso tiene que ver con la autonomía incompleta todavía de la Ciudad...
- Sí, por supuesto, pero tiene que ver también con malas prácticas. La Corte Suprema de Justicia, insospechada de ser kirchnerista, reconoció que durante 5 años se le dio más coparticipación de lo que debía. Eso no se hace así. Después la forma en la cual el gobierno le saca la coparticipación también me pareció un espanto. No se hace, ¿viste? Hacer una conferencia de prensa y los tipos se enteran ahí. No es mi estilo. Pero está todo mal: lo que hizo Macri, lo que hizo Larreta y lo que hizo el Gobierno nacional.













