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La conmemoración de un nuevo aniversario del 17 de octubreno fue, para el peronismo, una ocasión que propicie la unidad plena de sus actores que se mostraron en escenarios diversos y con lógicas diversas, pero que si coincidieron en ubicar al adversario libertario en el lugar de un apéndice de las apetencias de los Estados Unidos.
Para recordar la jornada de 1945, en la que una gran movilización popular consiguió la liberación de Juan Perón, el kicillofismo organizó un homenaje en la Quinta de San Vicente y el camporismo un acto en el barrio de Constitución, con Cristina a la cabeza.
Ayer, la CGT adelantó su acto con una "experiencia inmersiva" en el edificio de la Central Obrera en la Calle Azopardo y hoy era el turno de los dirigentes políticos. Este mediodía Kicillof consiguió reunir a todos en el lugar donde descansan los restos del líder del movimiento. No se trató de un acto unitario, pero hubo representación de la diversidad.
En el escenario, además del gobernador, estuvieron su vice, Verónica Magario; Jorge Taiana y Juan Grabois, 1er y 3er candidato a diputado nacional por Fuerza Patria en la Provincia. Abajo, en primera línea, estuvieron Eduardo "Wado" de Pedro, hombre de extrema confianza de Cristina, dirigentes sindicales como Hector Daer y Hugo Moyano, entre otros.
El discurso de Kicillof incluyó un mensaje hacia la interna y volvió a cargar, por segunda vez en las últimas 24 horas, sobre la "injusta" condena que pesa sobre "la presidenta del peronismo y dos veces presidenta" de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Más tarde, se trasladaría hasta Constitución para acompañar la movilización organizada por La Cámpora.
Entre los oradores -Magario, Taiana y el propio gobernador- quedó claro que el peronismo ve la actualidad como un eco del pasado fundacional de su movimiento. Fueron varias las menciones al estado de las relaciones entre el gobierno de Javier Milei y la administración de Donald Trump en los Estados Unidos para así trazar un paralelismo con la campaña de 1945.
Hace 80 años, el lema fue "Braden o Perón", una dicotomía planteada a los argentinos entre el por entonces representante de la Casa Blanca en Buenos Aires y el coronel que luego llegaría a la presidencia.
En esa línea, el economista criticó en duros términos la política económica mileísta y apuntó contra el Palacio de Hacienda, que lidera Luis Caputo: "Llaman éxito al cuarto salvataje desde que asumió. Fue a pedirle la escupidera al Tesoro norteaméricano. Nadie que está bien y tiene éxito necesita que los salven cuatro veces. Es un fracaso la política de Milei".
Como hacía décadas no se escuchaba en una campaña peronista, Kicillof habló de otra opción: "Liberación o dependencia".
También aseguró que a Trump lo "asesoran mal" y que le "mienten". "Le dicen que con un puñado de dólares se va a erradicar una amenaza, un ‘enemigo' que es el peronismo. Yo les quiero decir Perón cambió el idioma argentino: en la argentina la dignidad se llama peronismo".
Agregó que lo que hace Milei "es llevar adelante un plan de destrucción del poder adquisitivo, del empleo y de la industria".
"No seamos inocentes ni lo dejemos pasar: honrar a Perón es decirle basta a la política económica de este Gobierno", añadió.
Antes del acto, Kicillof acompañado de los candidatos y de Wado de Pedro, inauguraron una mayólica en memoria del expresidente Néstor Kirchner, un gesto más que busca distender la relación entre ambos espacios.
La Cámpora, por otra parte,realizó su movilización a San José 1111, la dirección porteña en la que Cristina Fernández se encuentra apresada por la condena en la causa "Vialidad".
Tal como ayer había adelantado El Cronista, la expresidenta se dirigió a los movilizados a través de un audio grabado y salió a saludar, pero no habló "en vivo" para evitar conflictos con la Justicia.
Se esperaba que fuera una movilización multitudinaria y los organizadores hablan de 50 mil personas en el lugar.
Cristina no eludió las comparaciones con 1945. Recordó que la prisión de Perón "había sido ordenada por una facción de militares y, fundamentalmente, por la presión de la embajada de los Estados Unidos" y dijo que "80 años después, otra vez es la misma disyuntiva".
"En aquel entonces: era Braden o Perón. Hoy pareciera ser Bessent o Perón", disparó y añadió: "El 26 de octubre es Milei o Argentina".

¿La campaña "do nothing" en peligro?
Todos los actores del peronismo coinciden en que no se trató de una campaña habitual, sino que fue un período de baja intensidad, monopolizado por los problemas de La Libertad Avanza y la candidatura de José Luis Espert.
Pero, a una semana y media de la elección, algunos actores comienzan a sentirse incómodos con la idea "no hagas nada y ganás" que circula en algunos círculos partidarios.
De hecho, un analista que se había acercado bastante a los resultados de septiembre encendió las alarmas y habla de números "mucho más ajustados que en septiembre".
A la hora de interpretar esas encuestas, cerca de uno de los máximos dirigentes del justicialismo sostienen que los candidatos de La Libertad Avanza "crecen porque ahora no van divididos, crecen con la participación, y crecen porque los peronistas están divididos". "Esto es efecto mecánico. Pero si además les construimos el efecto psicológico, diciendo que le vamos a ganar por 20 puntos, van a ir a votar todos los que se ausentaron en septiembre", explican.
En la otra punta de la mesa del peronismo, se sostiene que -de septiembre a hoy- no hubo ninguna mejora real que pueda volcar la elección y dudan que los dilatados anuncios de ayuda estadounidense generen impacto positivo para el gobierno o, incluso, podría ser negativo. Aun la movilización del voto anti kirchnerista no sería definitorio desde esa visión.
Si conceden, en cambio, que la actividad proselitista brilló por su ausencia. Por errores ajenos o propios, esa parece ser la lógica que rigió la agenda justicialista de octubre y poco se podrá a hacer en 8 días para cambiarlo.












