

El juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Carlos Mahiques, recibió el Premio Internacional a la Carrera Judicial en Palermo, Italia, en el marco de las tradicionales jornadas Falcone-Borsellino, que se celebran cada año en homenaje a los magistrados italianos Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados por la mafia en la década del '90.
El reconocimiento fue promovido por la magistratura italiana y el Consilio Superiore y se entregó a Mahiques por su "trayectoria, compromiso con el Estado de Derecho y su contribución a la justicia penal internacional".
Al tomar la palabra, Mahiques recordó un episodio familiar: "A principios de los años 90, cuando era un joven juez instructor, uno de mis hijos de 12 años me acompañó a la oficina y me preguntó: '¿Quiénes son estos hombres?'", relató, en referencia a una famosa foto de Falcone y Borsellino sonrientes, colgada en su despacho.

"Aquellos hombres estaban allí porque inspiraban. Eran un ejemplo de compromiso, de sacrificio, de coraje en una profesión difícil y llena de riesgos como la de los magistrados penales", explicó. "Hoy, aquel niño, Juan Bautista Mahiques, es Fiscal General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", detalló su padre, cerrando un círculo familiar de compromiso con la justicia.
En su mensaje, ofreció una reflexión profunda sobre el oficio judicial y los desafíos actuales. "La profesión del juez, del fiscal, requiere coraje", afirmó. En ese marco, destacó que el coraje judicial también es político, en tanto implica enfrentar no solo críticas sino amenazas. "El coraje político de un juez y de un fiscal no es simplemente representado por la defensa de una idea, sino la defensa de una idea enfrentando el riesgo de la acción de los enemigos... hoy amplificadas por los centros mediáticos e ideológicos".
Advirtió sobre una nueva forma de presión sobre el Poder Judicial: "Antes en Argentina las amenazas llegaban de aquellos que se habían condenado, mientras que hoy las amenazas llegan también del mundo político, de las redes sociales", señaló. Allí, llamó a no perder el rumbo: "Nuestra guía es más moral que jurídica, es la verdad". La ceremonia fue parte de una serie de actividades que reúnen a jueces y fiscales de todo el mundo.










