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La ministra de Salud, Carla Vizzotti, hizo una fuerte defensa ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) de las vacunas Sputnik V y Convidencia, de CanSino, que la Argentina adquirió a Rusia y China, respectivamente, justo días antes de que el presidente Alberto Fernández viaje a esos dos países para estrechar lazos políticos y avance en la firma de acuerdos que faciliten inversiones.
Vizzotti participó este lunes, en Ginebra, del 150° Comité Ejecutivo de la organización sanitaria de las Naciones Unidas, cuyo objetivo central fue discutir el abordaje de la pandemia de coronavirus y elevar nuevas propuestas para combatir la enfermedad.
En ese contexto, Vizzotti mantuvo un encuentro a solas con el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom, ante quien transmitió "la importancia que tiene ese para la Argentina" la autorización de uso de emergencia de las vacunas desarrolladas en Rusia y China, algo que tanto Moscú como Beijing vienen intentando hace meses y ha quedado sujeto a demoras.
La defensa de las vacunas que adquirió el Gobierno haciendo uso de su afinidad política con la Federación Rusa y la República Popular China se da a pocos días de que el Presidente recale en una gira exprés en Moscú y Beijing, primero para entrevistarse con VladimirPutin, y luego hacer lo propio con XiJinping.
Cercanía que incomoda
De ambos viajes, el Gobierno pretende obtener una mejor consideración de las máximas autoridades de esos países, y destrabar por la vía política la concreción de inversiones y la compra de bienes de origen nacional.
No obstante, el timing del viaje provoca escozor en algunos despachos oficiales. Es que la visita ocurrirá cuando Rusia ha escalado la tensión con Estados Unidos, al punto de avizorarse una posible guerra en caso de que se produzca una invasión de Ucrania. Además, Fernández acompañará el inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno, que Washington llamó a boicotear. Todo lo dicho, días después de una misión del canciller SantiagoCafiero que buscó, sin éxito, conseguir un gesto politico de la Casa Blanca para destrabar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En Moscú, el Presidente espera firmar un acuerdo que pondrá en marcha inversiones rusas en infraestructura ferroviaria y material rodante, mientras en Beijing Fernández suscribirá la incorporación de la Argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda.
De Oriente, Fernández espera volver además con noticias sobre el financiamiento de proyectos claves para la generación de energía, e incluso la posibilidad de que China compre reactores nucleares desarrollados por la estatal Invap.
Sin embargo, en la Casa Rosada descartan que ambos países puedan colaborar en una pronta solución al problema de la deuda externa, sirviendo como prestamistas o garantes para el repago del crédito por u$s 44.000 millones con el FMI. "Eso no va a suceder", confiaron a El Cronista varios funcionarios consultados.
Por un acceso equitativo a la salud
De vuelta a Ginebra, la ministra Vizzoti reclamó que cesen las licencias de propiedad intelectual que hoy protegen a las farmacéuticas y dificultan la fabricación y adquisición de las vacunas contra el Covid-19 en países de ingresos medios y bajos.
La titular de la cartera sanitaria también resaltó la vacunación pediátrica, que el mismo Fernández también buscó potenciar con un acto en el partido de Morón, a fin de asegurar una alta inmunización de la población en edad escolar antes de llegar al inicio del ciclo lectivo.
Poniendo de realce el carácter desigual en el acceso al material sanitario, Vizzotti sentenció que "hasta que no accedan a la vacunación todos los países del mundo, no daremos vuelta la página de esta crisis humanitaria sin precedente".












