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Los trece votos en contra del acuerdo con el FMI corresponden al Frente de Todos. Dos de las tres abstenciones también.Esa quincena de senadores nacionales, que representa casi un 43% del oficialismo en el Senado, decidió no hablar en el recinto. Las únicas excepciones fueron la senadora salteña Nora del Valle Giménez; la puntana Eugenia Catalfamo,María Inés Pilatti Vergara, de Chaco, y la neuquina Silvia Sapag que se abstuvo. Varios, como Oscar Parrilli, que votó en contra, y la rionegrina Silvina García Larraburu que a último momento definió su abstención en lugar del voto en contra, insertaron sus discursos para que quede registro en las versión taquigráfica de la sesión.
Durante toda la jornada otro texto circuló entre los senadores, ideado en el corazón del kirchnerismo para fundamentar el voto una vez que la sesión finalizara. A diferencia de lo que ocurrió en Diputados, el documento no se hizo público a través de voceros cristinistas sino que lo subieron los propios senadores a las redes sociales. Las ocho páginas llevan por título una frase de Néstor Kirchner: "Los muertos no pagan".
Entre los párrafos más destacados considera que la letra chica del acuerdo "prevé que la tasa de ajuste del tipo de cambio siga a la inflación, o sea, define de antemano un nivel de devaluación al que el país de compromete. Devaluación significa más pobreza, significa pérdida de poder adquisitivo, del salario y mejora en la rentabilidad de los exportadores". Y sentencia: "La meta de reducción de inflación nunca podrá ser cumplida", sobre la base de que el aumento de tarifas y mantener el tipo de cambio real tensarán los precios al alza y generarán inflación por aumento de costos.
En la última semana, lo que más molestó cerca de la vicepresidenta Cristina Fernández y de su hijo Máximo Kirchner, fue la apelación al ex Presidente para reclamar acompañamiento. El propio presidente Alberto Fernández retuiteó un comentario de un periodista, Bruno Bimbi, que señalaba que de estar vivo Kirchner votaría a favor de este acuerdo.
Por el contrario, los senadores cristinistas y camporistas ponen en duda una promesa del Gobierno que integran. "Crecer para pagar: ¿Es posible con este pacto?". Lo llaman "pacto" y no "acuerdo". Todo el documento apunta a probar que no habrá crecimiento económico.
la herencia de macri
En la dos primeras páginas se cita a Kirchner por el pago de la deuda y se reivindica a CFK porque con ella el país "se transformó en un modelo global para los procesos de reestructuración de deuda soberana". Compara la gestión de la ex presidenta con los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri a quien atribuyen "la peor destrucción salarial de las últimas décadas". El análisis avanza sobre los efectos negativos de las medidas tomadas por el macrismo.
En línea con las señales que dio en los últimos días Parrilli, el intérprete más fiel de la Vicepresidenta, se apuntan una serie de irregularidades en las condiciones del préstamo Stand-By del 2018. Parrilli tuvo aportes de un ex funcionario del FMI, Chris Marsh, y del economista y politólogo belga Eric Toussaint.
Tal como lo admitió en el recinto José Mayans, jefe del bloque, los que votaron en contra creen que el acuerdo no ayudará al crecimiento del país sino todo lo contrario. "Sabemos que no logrará cumplir con el objetivo de crecer para poder pagar". "No somos ingenuos", escribieron los que sostienen que la renegociación implicará ajuste. "A pesar de nuestra voluntad de honrar las deudas, sabemos que ajustar a los sectores de ingresos medios y bajos es por definición contraproducente con los propios objetivos de crecimiento económicos que cualquier programa necesita para no fracasar".
"La cuestión es sobre quién recaerá el ajuste del déficit fiscal", advierte el texto donde se indica que los excedentes por sobre las metas fijadas, deberán utilizarse para pagar la deuda o consolidar la reducción del déficit. El acuerdo "establece la reducción a cero del gasto COVID para cumplir las metas de déficit cero", señala y se pregunta cómo se afrontarán los gastos sanitarios. "La reducción del déficit depende en gran medida de la posibilidad de reducir los subsidios. Pero la reducción de los subsidios significa menos gasto en consumo, por lo que caerá la recaudación profundizando el déficit", se sintetiza.
INFLACIÓN
Respecto a la reducción de los subsidios a las tarifas, reclama por el impacto inmediato: "El golpe al bolsillo de las familias será brutal y tensionarán la inflación".
También por la limitación de las transferencias a las provincias y empresas estatales. Incluso se alerta que se verán "amenazados" programas para la promoción de la equidad de género e inclusión y políticas para la reducción de las brechas de género.Respecto a la tasa real positiva por encima de la inflación los autores preguntan qué posibilidades reales de crecer para pagar habrá si "desincentivamos la oferta encareciendo el crédito productivo".
"La toma de deuda en el mercado local de deuda en pesos depende de una política sostenida de aumento de tasas de interés. Ese aumento de la tasas de interés en términos reales a su vez conlleva una contracción de la actividad económica real y de la recaudación lo que profundiza el déficit", agregan entre otras consideraciones.
Las conclusiones son lapidarias. "Millones de compatriotas seguirán afuera y otros tantos más quedarán excluidos", se apunta a la vez que se reclama discutir políticas sobre la distribución de las cargas y las responsabilidades del ajuste que implica el pago al FMI.
Además se cuestiona el argumento de que el acuerdo es la única salida para evitar el default. "Repetidas veces han acorralado a la sociedad y a sus representantes con este tipo de operaciones", denuncian la "artificial encrucijada a las que nos pretenden someter".
En fuerte tono el último párrafo considera que "esta artificial encrucijada a la que nos pretenden someter, de aceptarse, se transformaría en la derrota no solo del pueblo que sufrirá las consecuencias de este pacto, sino que, además, se transformaría en la dolorosa derrota de la política".














