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Las pequeñas y medianas empresas no vienen siendo portadoras de buenas noticias. En los últimos meses, distintos indicadores dieron cuenta de un enfriamiento del comercio minorista, de una demanda frágil y de un consumo cada vez más concentrado en bienes esenciales, un escenario que impacta de lleno en el entramado productivo.
En ese contexto, el nuevo Informe de Coyuntura del tercer trimestre de 2025 de la Fundación Observatorio PyME volvió a encender señales de alerta, al confirmar que las PyMEs industriales no solo continuaron en recesión, sino que además profundizaron la pérdida de participación en el mercado local frente a la competencia importada, mayoritariamente de origen chino.

El dato adquiere relevancia adicional si se tiene en cuenta el peso estructural del sector en la economía argentina. Según datos oficiales, las pequeñas y medianas empresas representan cerca del 99,4% del total de empresas del país y emplean al 64% de los asalariados registrados, un rol que las convierte en protagonistas centrales del empleo formal privado y del tejido productivo nacional. Además, estos emprendimientos explican un porcentaje sustantivo del empleo privado formal y de la facturación del sector empresario, con estimaciones que las ubican cerca del 50% del empleo asalariado registrado y alrededor del 40% del Producto Bruto Interno, según diversos análisis sobre la estructura empresarial argentina.
En ese marco, el informe de la Fundación Observatorio PyME aclara que su análisis se concentró exclusivamente en el universo de empresas industriales, y recién más adelante, sobre la base de evidencia concreta del tercer trimestre de 2025, dimensionó el deterioro que atravesó este segmento en el último año.
Pérdida récord frente a las importaciones
El punto más sensible del informe apareció en la creciente presión importadora. Según la encuesta, el 37% de las PyMEs industriales declaró haber reducido su presencia en el mercado local frente a la competencia extranjera, un registro que superó el 33% del trimestre anterior. De acuerdo con el Observatorio PyME, ese nivel representó un “máximo histórico para la serie que data de 2007”, una señal que se observó con especial atención en un contexto de bajo dinamismo de las ventas.

Entre las empresas que identificaron una amenaza concreta por importaciones, China se consolidó como el principal origen, concentrando el 73,3% de las respuestas. El informe subrayó que la pérdida de mercado no se produjo en un escenario de expansión de la demanda, sino en medio de un proceso recesivo, lo que amplificó el impacto sobre la producción y el empleo.
Diez trimestres consecutivos en contracción
La presión externa se sumó a un ciclo prolongado de caída de la actividad. El relevamiento mostró que las PyMEs manufactureras registraron el décimo trimestre consecutivo de contracción, con una caída acumulada de la producción del 4,1% hasta el tercer trimestre de 2025. En la comparación interanual, la baja alcanzó el 7,5% respecto del mismo período de 2024.

El empleo acompañó esa tendencia. Si bien la velocidad de la caída se moderó, el sector acumuló un retroceso del 4,6% interanual al cierre del tercer trimestre. Los indicadores adelantados tampoco ofrecieron señales de alivio: el PMI-PyME se ubicó en 43 puntos, dos menos que en el trimestre previo y claramente por debajo del umbral de indiferencia, mientras que el Índice de Confianza Empresarial PyME descendió a 44 puntos.
Costos en alza y márgenes bajo presión
A la contracción de la demanda y a la competencia importada se sumó un fuerte aumento de los costos. El 81% de las empresas reportó subas en sus costos de producción durante el período analizado. Sin embargo, solo el 47% logró trasladar esos incrementos a los precios, en un contexto atravesado por la aceleración del tipo de cambio. Aunque ese porcentaje superó al del trimestre anterior, los márgenes continuaron bajo presión.
Tensión financiera y cadena de pagos
El deterioro del escenario macroeconómico también se reflejó en la situación financiera. El 52% de las PyMEs industriales identificó como un problema el retraso en los pagos de sus clientes, mientras que el 35% declaró dificultades para cumplir con compromisos con proveedores, entidades bancarias y obligaciones tributarias. El informe advirtió que estas tensiones afectaron tanto el crédito comercial como el acceso al financiamiento.
El Informe de Coyuntura del tercer trimestre de 2025 se basó en una encuesta realizada entre el 29 de septiembre y el 23 de octubre, un período influido por el proceso electoral. El relevamiento incluyó una muestra de 425 PyMEs de la industria manufacturera, representativa del sector y del tamaño de empresa a nivel nacional, y 104 PyMEs de software y servicios informáticos, cuyos resultados se presentaron en un apartado específico.













