"Busqué poner en valor todo lo que hicimos en el Gobierno", desechó cualquier otra especulación el Presidente Alberto Fernández apenas se bajó del escenario del coloquio de IDEA y empezó a recibir mensajes en su celular. En privado asegura que no piensa en la reelección aunque se muestra en tono electoral y más optimista que los analistas políticos, las crónicas periodísticas y los discursos de la oposición. También preserva para sus íntimos el delicado vínculo y el espaciado diálogo que mantiene con Cristina Kirchner.
Con el "reto" a los empresarios y la alusión a Mauricio Macri, sin mención de nombre ni apellido, logró una centralidad poco usual en los últimos tiempos. La entrevista grabada con el ministro de Economía Sergio Massa y los almuerzos privados de dirigentes de la oposición como Patricia Bullrich, Javier Milei y Facundo Manes e incluso de Jorge Neme, secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal en el Ministerio de Economía, sedujeron a un empresariado mayoritariamente antiperonista.
De todos modos que el Presidente participara de un evento al que rehuyó siempre su compañera de fórmula fue una noticia
El objetivo de Fernández fue usar la vidriera para despertar la confianza perdida. Planeó cada palabra para defender el rumbo de su gestión, "un sendero de rebaja de la inflación", ensayó en su mesa chica. Y pregona otra condición a contramano de una realidad que mostrará mañana al peronismo dividido en tres actos distintos por el Día de la Lealtad: "Tenemos que dejar de pelearnos entre nosotros", repite.
También tiene frase antimacrista: "No debemos dejar que vuelvan", advierte. Por eso el arranque de su discurso, expresado en tono electoral, lo mostró como aquel Fernández de la campaña de 2019. "Siempre nos repusimos y esta vez nos vamos a volver a reponer", quiso convencer a su auditorio mientras mostraba filminas con curvas ascendentes.
Dos horas antes el Indec había anunciado 6,2% de inflación, alta pero en descenso. Fernández lo celebró y recordó que asumió con 54 puntos de inflación. El número preocupa pero alivia la gestión de Massa que sigue con su propia agenda lejos de las tertulias palaciegas y volvió con críticas al FMI.
¿A QUIÉN LE HABLÓ EL PRESIDENTE?
Al Presidente le sorprende que le pregunten si en IDEA le habló a Cristina Kirchner. Nada de lo dicho, ni siquiera la referencia a la obra pública, fue contra ella, asegura sin que en el entorno K le crean.
Su mensaje fue un recordatorio a los empresarios que miran con más benevolencia al PRO. Por eso su mención a la denuncia por un pedido del 1% del patrimonio a empresarios para la campaña macrista, y al espionaje ilegal desde la Secretaría de Inteligencia. Para el cristinismo en cambio, la mención a la presión de la AFIP a empresas "críticas" o sobre la obra pública fue contra CFK justo cuando termina la causa Vialidad.
En este Gobierno, ¿alguien los mandó a espiar? En este Gobierno, ¿alguien usó a la AFIP para meterse en las aquellas empresas de los que nos critican?
"En este Gobierno, ¿alguien les pidió el 1% para llegar? En este Gobierno alguien les pidió un centavo para hacer obra pública? En este Gobierno que entregó 65.000 viviendas, ¿alguien les pidió algo para poder llevar adelante esas obras? En este Gobierno, ¿alguien los mandó a espiar? En este Gobierno, ¿alguien usó a la AFIP para meterse en aquellas empresas de los que nos critican? Los desafíos porque la respuesta es no", lanzó promediando el discurso en Mar del Plata.
LAS TEORÍAS KIRCHNERISTAS SOBRE EL PRESIDENTE
Después de una nueva crisis finalmente Fernández logró captar la atención aunque desde el kirchnerismo la mayoría de los dirigentes dijeron no haberlo escuchado. En ese sector hay dos teorías. O el Presidente busca su reelección o intenta hacer renacer un albertismo tardío para pactar la supervivencia actual y futura. Le quedan no más de 370 día para la elección general.
"Para no volver a lastimarnos tenemos una oportunidad", consideró y aclaró luego que también esa advertencia hacía referencia al gobierno de Macri y a la "decadencia" que implica la atención que se le presta.
Fue evidente el mensaje destinado a detractores internos. "El que afrontó la deuda con el Fondo se llama Alberto Fernández, el que afrontó la deuda con los acreedores privados se llama Alberto Fernández, el que afrontó la pandemia se llama Alberto Fernández", enumeró entre otras situaciones críticas en el cierre de su paso por el encuentro empresario. El autoelogio fue recortado por el equipo de comunicación. Este sábado fue el tuit fijado del Presidente,
ALIANZAS QUE MARCAN EL RUMBO ALBERTISTA
En ese contexto la agenda presidencial revela una estrategia, sea para sobrevivir o para construir una alternativa en 2023 mientras el kirchnerismo sólo ve una figura candidateable: Cristina Kirchner.
Fernández viajó a Córdoba y se mostró con Juan Schiaretti; a San Luis, donde Alberto Rodríguez Saá se desmarcó y dijo que nunca fue, es, ni será kirchnerista; y a Neuquén y Río Negro donde gobiernan partidos provinciales. Schiaretti, Rodríguez Saá, Omar Gutiérrez y Arabela Carreras son cuatro gobernadores autónomos. Hay un quinto al que con la excusa de una expo minera buscó esta semana el canciller Santiago Cafiero. Alter ego y confidente político, el canciller voló a San Juan para reunirse son empresarios y con el gobernador Sergio Uñac, otro que se aleja de la tropa K.
El nuevo silencio de Cristina Kirchner ya cumplió dos semanas y media. Sigue pareciendo una concesión a Massa más que hacia el Presidente. Aunque pasó toda la semana en su despacho del Senado, la Vicepresidenta no comentó el índice de inflación. Sigue dando pelea puertas adentro frente a la suba de precios de los alimentos y el margen de ganancia empresaria.
Axel Kicillof, que sigue en campaña por su reelección y esta semana sumó a las primeras voces en un pseudo operativo clamor -picaron en punta los intendentes Juan José Mussi y Pablo Zurro-, puntea los temas semana a semana con Massa. También intercambian información sus equipos técnicos. El nuevo blanco móvil de Máximo Kirchner y de Andrés Larroque es el secretario de Seguridad Sergio Berni a quien hace varios meses piden expulsar del gabinete bonaerense.
El kirchnerismo no comparte el optimismo albertista. Sólo ve chance de ganar de la mano de los bonaerenses o gracias al fuego amigo que quema a las figuras de Juntos por el Cambio. El ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro organiza su mudanza a Mercedes aunque cerca suyo afirman que esta decisión no la empuja una razón electoral.
Eduardo 'Wado' de Pedro organiza su mudanza a Mercedes pero juran cerca suyo que no lo empuja una razón electoral.
Eduardo 'Wado' de Pedro organiza su mudanza a Mercedes pero juran cerca suyo que no lo empuja una razón electoral.
Eduardo 'Wado' de Pedro organiza su mudanza a Mercedes pero juran cerca suyo que no lo empuja una razón electoral.
CRISIS EN JUNTOS POR EL CAMBIO
Para muestra de la grieta opositora bastan tres ejemplos. Tras los dichos de Manes el radical Federico Storani dijo que si Mauricio Macri y Cristina Kirchner son candidatos "sería un suicidio colectivo". Y avisó que puede haber éxodo radical si se imponen posturas de extrema derecha. Irritan internamente las fotos de Miguel Pichetto, Joaquín de la Torre y diputados y diputadas del PRO con Eduardo Bolsonaro, el hijo del presidente brasileño que vino de campaña "antipopulista" a Buenos Aires, cenó con opositores, recorrió el Conurbano y tuvo un desayuno a solas con Javier Milei.
Por su parte Bullrich cuestionó a diputados de su espacio que votaron la "ley de los okupas" en referencia a la prórroga para prohibir desalojos en barrios populares. Y De la Torre, su precandidato a gobernador, salió de campaña por San Miguel con Bolsonaro Jr. mientras apuntaba dardos "envenenados" contra Horacio Rodríguez Larreta.
"En el primer video, la cultura "progre" que promueve el gobierno de la ciudad, en el segundo el legado cultural que queremos para la provincia", posteó el de San Miguel y graficó con una foto de un escenario sponsoreado por la Ciudad donde se ve una escena de sadomasoquismo. La de San Miguel en cambio muestra a familias en un show folklórico al aire libre.