El primer día de las sesiones extraordinarias asoma con incertidumbre sobre cómo procederá la agenda legislativa. Pese a que el Consejo de Mayo presentó el informe final con las reformas este martes, el Gobierno todavía retiene el envío de la anhelada modernización laboral y la ley de Glaciares mientras que la jefa de bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, hace malabares para conseguir una pronta aprobación en el Senado antes de navidad.

Según pudo saber El Cronista, en el oficialismo aseguran que el proyecto se enviará hoy para que mañana ya comiencen a constituirse las comisiones. La idea de la exministra de Seguridad es presidir la comisión de Trabajo y Previsión Social que comandaba la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, al menos mientras dure el tratamiento del proyecto. Para ello, las comisiones deberían convocarse hoy mismo.

La jefa de bloque se encuentra “esperando” desde ayer, según definieron altas fuentes del partido, para poder hacer el llamado “ni bien entre el proyecto”. Ella ya se encuentra instalada en su nuevo despacho en el Palacio Legislativo: según pudo saber este medio, consiguió el de más alto prestigio en el Senado. Se encuentra enfrentada, del otro lado del pasillo, a la vicepresidente Victoria Villarruel. Antes, lo ocupaba el actual diputado Martín Lousteau.

La relación de Bullrich con Villarruel ya atraviesa la primera etapa de sensibilidades. El primer capítulo fue cuando se enfrentaron en la sesión de la jura por la organización de los invitados, y ahora se abre uno nuevo por el armado de las comisiones ya que la vice deberá firmar una resolución para establecer la proporcionalidad de los bloques que las compondrán -algo que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, hará para favorecer a LLA-.

La exfuncionaria, en su primer encuentro con Villarruel, le había pedido mejor predisposición para la agenda del Gobierno, algo que ella se negó a hacer para respetar su “rol institucional”. Esto será decisivo ya que podría obstaculizar el apuro de Bullrich para llegar a una “media sanción” antes de navidad, en conjunto con el Presupuesto 2026 en la Cámara baja, en aprovechamiento del empuje de los gobernadores.

El plan del Gobierno es llamar a comisiones este jueves y el viernes conseguir un dictamen para poder ir a sesión el 19 de diciembre, con los 7 días de diferencia como dispone el reglamento. Sin embargo, si la vice no delinea una estrategia para componer las comisiones en ventaja la búsqueda de consensos puede atarearse.

Lo definitivo será cuándo comience el tratamiento en comisión, ya que de posponerse todo para la próxima semana ya no llegarían con los tiempos. Diputados la tiene más ágil porque no tiene el impedimento de los 7 días. La semana que viene es la última hábil del mes, en términos prácticos, aunque las extraordinarias sean formalmente hasta el 30 de diciembre, ya que por la semana de las fiestas difícilmente habrán legisladores en la Ciudad.

Un detalle que demoró el envío, además de los vaivenes sobre cómo encarar la reforma sindical, es que el presidente Javier Milei se encuentra de viaje a Noruega y algunos advierten que él debería firmar el texto que se enviará al Congreso. Su llegada a Buenos Aires estaba prevista para este jueves, por lo que otros en el Gobierno eran escépticos con esperar a su regreso y aseguraban que las instrucciones eran mandarlo antes.

“Se supone que el texto sale antes de que vuelva, pero como viene todo no lo sé”, confesó una fuente cercana a las negociaciones laborales. “Creo que nadie sabe cómo vienen las cosas”, se arriesgaron desde el oficialismo del Senado. La improvisación de la agenda tiene como antesala, además, los desacuerdos internos por el detalle de la reforma.

El texto final de la reforma laboral tuvo vaivenes durante las últimas horas porque el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quiso insistir sobre eliminar la obligatoriedad de las cuotas sindicales, algo que no prosperó porque en el Gobierno consideraron que ir tan duro contra los gremios iba a obstaculizar el futuro del resto del proyecto. El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, agregó en conferencia de prensa que la reforma sindical será algo que impulsarán más adelante.

Lo mismo sucede con la reforma tributaria, que finalmente no formó parte del temario de convocatoria. Lo cierto es que hay varios puntos en materia impositiva que se enmarcarán dentro de la modernización laboral, por ende ya va a haber un avance significativo en ese sentido, pero Adorni también adelantó que para febrero, cuando seguramente amplíen extraordinarias para continuar con el resto de los proyectos, se sumarán más aspectos tributarios.

En definitiva, los esfuerzos concentrados del oficialismo están en diciembre aprobar el Presupuesto 2026 en conjunto con el proyecto de Inocencia Fiscal y el “Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria”. Del otro lado, La reforma tributaria, la modernización laboral y la Ley de Glaciares (que también aguarda su presentación) tendrán fuerza más bien a principios del 2026.