

La papelera UPM (ex Botnia) volvió a abrir ayer un nuevo conflicto diplomático entre la Argentina y Uruguay. El presidente de ese país, José Mujica, autorizó por la tarde a la empresa ubicada en Fray Bentos a aumentar su producción de pasta de celulosa en 100 mil toneladas, un tercio de la cifra que había solicitado la compañía pero que supera el millón de toneladas previsto para este año. La medida tomada un día después de que fracasara la reunión de ambas cancillerías en Buenos Aires para llegar a un acuerdo fue rechazada por el Gobierno argentino, que criticó la decisión unilateral del país vecino, la calificó de ofensiva y adelantó que se recurrirá nuevamente a la Corte Internacional de La Haya.
La decisión unilateral de Uruguay deja al país en la obligación jurídica de recurrir a la Corte de La Haya, ya que afecta la soberanía ambiental, viola los tratados entre ambas naciones y la propia sentencia de la corte, afirmó ayer el canciller Héctor Timerman en un anuncio realizado en la sala de conferencias de la Casa Rosada, junto al gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
La Argentina lamenta que los intereses de la empresa se hayan convertido en tan poderosos que determinen la relación entre los dos países. De la misma forma que nos hemos opuesto al accionar de los fondos buitres, también impediremos ser doblegados por una empresa internacional, remató el canciller.
Timerman explicó que durante la reunión celebrada en el Palacio San Martín el martes, le solicitó a su par Luis Almagro, seguir dialogando y no caer en la lógica del enfrentamiento que sólo beneficia a UMP. Pero uruguay no respondió, agregó.
En 2010, la Argentina ya había elevado el caso a la Corte Internacional, que le permitió a la pastera seguir operando. En ese sentido, Timerman remarcó que el límite impuesto fue el de un millón de toneladas anuales. Todo cambio que se realice en Botnia-UPM altera la sentencia de ese tribunal, agregó.
El gobierno argentino sostiene que el río Uruguay no resiste un aumento de la producción de UPM porque está al límite de contaminación, no solo por la acción de las pastera sino por la polución originada en Brasil. Al respecto, Timerman adelantó que según los análisis , la ex Botnia viola el medioambiente por altas temperaturas del efluente; contenido de fósforo, presencia de pesticidas y de cromo, en el efluente.
Habiendo Uruguay roto el dialogo, la Argentina se encuentra liberada de la obligación de anunciar de forma conjunta (con el país vecino) los informes científicos (sobre el río). La semana que viene presentaremos un informe completo de la contaminación que produce UPM, adelantó.
Por su parte, Urribarri calificó como ofensiva e inentendible la autorización que otorgó Uruguay a la papelera UPM y cuestionó que pone en riesgo la relación histórica entre ambos países. Y consideró inaceptable que Mujica haya considerado públicamente que el proceso eleccionario que vive la Argentina había afectado la negociación.












