

Analistas de mercado creen que el “no” del multimillonario Paul Singer a las gestiones que habían comenzado a realizar tenedores privados de deuda argentina para que su fondo inversor, Elliot Management, ponga fin al reclamo que mantiene contra el país no es ninguna fanfarroneada sino una postura respaldada por la posibilidad de que en poco tiempo obtenga los resultados económicos por los que viene litigando desde hace años.
Tras una batalla legal de una década, el multimillonario podría estar a apenas unos meses de que la Justicia norteamericana obligue a la Argentina a que le pague a Elliot todo lo que ese fondo buitre reclama por los títulos de deuda que mantiene en su poder, señaló Stuart Culverhouse, economista jefe de Exotix, citado por la agencia Bloomberg.
“Después de una década, seis o nueve meses adicionales parecen encajar dentro de su esquema”, coincidió Michael Henderson, economista de Capital Economics.
La semana pasada, Elliot difundió un comunicado en el que advirtió que sólo aceptaría una solución negociada al litigio que mantiene contra la Argentina por la deuda en default si el Gobierno se involucra en la negociación. Eso fue leído por los analistas como un no definitivo a las tratativas que comenzaba a explorar el fondo Gramercy, titular de bonos reestructurados.
La propuesta rechazada por Elliot aún no estaba afinada. Pero, en líneas generales, implicaba un pago de los tenedores de títulos reestructurados a los fondos buitre como extra por sobre la oferta que podría hacer el Gobierno argentino (que, por ley, no puede ser mejor que la de los canjes de 2005 y 2010) para que pongan fin a sus reclamos.
Las ganancias por el lado de los tenedores de bonos reestructurados vendría por la supuesta suba que experimentarían los títulos en su poder una vez que termine de normalizarse la situación de la deuda argentina.
Aunque fue evidente desde un primer momento que las negociaciones tenían por lo menos el visto bueno del Gobierno, éste, oficialmente, estaba al margen; y de hecho está legalmente impedido de hacerlo por la cláusula que prohíbe mejorar las ofertas de los canjes anteriores.
El rechazo de Elliot no recibió hasta ahora comentarios ni de Gramercy ni del Gobierno argentino.
Fuente: Agencias Londres













