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Gabriel Batistuta no necesita presentar curriculum. Los futboleros aún lo recuerdan por destruir redes ajenas con una frecuencia abismal, pero en la sociedad más de uno se atreve a remarcar que su reputación bajó sideralmente cuando colgó los botines. Recientemente recibió una denuncia por "explotación laboral", por lo que tuvo que aparecer en escena para contar (y mostrar) cómo viven sus empleados.
El encargado de oficializar la convulsionada novedad fue José Voytenco, el Secretario de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). Este dirigente político reveló que en una inspección en uno de los campos que el argentino tiene en Reconquista, Santa Fe (su provincia natal), detectó una escena "indignante" y con trabajadores "en condiciones deplorables".
La problemática se inició con uno de los empleados, que ofuscado por una serie de irregularidades pidió mejoras. Al no recibir respuestas de su jefe con el paso del tiempo tomó la determinación de elevar la queja a un nivel mucho más complejo: la justicia.
El Bati, como es conocido en el ambiente de la pelota, no necesitó abogados que lo defiendan. Rápidamente agarró las redes sociales y emitió su veredicto: "Estas son las 35 casas para uso de nuestro personal rural y sus familiares, construimos una casa por año, se invirtió en la escuela, caminos, energía eléctrica y pantallas solares. Nuestros trabajadores se enrolan conforme a derecho de la LCT y del estatuto del peón rural", escribió en una primera publicación, acompañado de varias fotos de su estancia.
Y en un segundo comentario agregó que siempre respetó las normas y los convenios con los sindicatos para tener todo en regla, por lo que no entiende qué fue lo que incumplió: "Respetamos los convenios sindicales, contamos con un médico laboralista y una licenciada en seguridad e higiene de industria permanentemente para verificar las condiciones de todo el establecimiento. Esas imágenes es de hoy dentro del campo ¿Todo esto y más, es incumplir?".
Un descargo desgarrador
Aunque en el planeta virtual ya lució firme, el exgoleador tomó la decisión de aferrarse a un medio nacional para tener un mayor alcance. "Mi viejo es uno de los pocos que puede comprar algo sin pagarlo: bajo la promesa de que se le va a pagar, se lleva lo que va a buscar. Imaginate la imagen que tiene mi viejo entre los trabajadores del campo. Mi viejo va a comprar una vaca y dice que la va a pagar el jueves, y se la dan. Y es muy probable que si tiene la plata el miércoles, vaya antes. Imaginate el daño que nos hace esta causa, terrible, terrible", lamentó en el aire de Radio La Red.
"Todo lo que gané está invertido en el país, en el campo, en una marca de ropa. Invertí en un momento dificilísimo del país, siempre creyendo que el país iba a salir adelante. Nací acá, me enseñaron el himno, a respetar los valores", remarcó.
"Estoy peleando con las ideas de hacer cosas raras", reconoció en la parte más fuerte de su testimonio. La frase quedó resonando y Marcelo Palacios, el conductor del espacio, le repreguntó a qué se refería. "No te las voy a decir porque es muy triste y quiero evitar decirlo, lo quiero dejar pasar. No, no te voy a decir", replicó el Bati.
Así como defendió la camiseta de la Selección Argentina con mucho amor, creer que cuidará los intereses de su país, por eso decidió invertir en su tierra natal. "Acá es donde nací y donde me quiero morir. No acepto que me obliguen a irme. Puse mucho dinero en el campo. Es un sector que conozco, sobre todo mi viejo que es mi socio. El que me enseñó a respetar a todo el mundo y ayudar a la gente que trabaja y darle la oportunidad un futuro mejor", cerró.













