

El cambio climático es el mayor problema ambiental al que se enfrenta el mundo. Las ciudades tienen una gran responsabilidad porque, a pesar de ocupar sólo el 3% de la superficie del planeta, son responsables por la emisión del 70% de los gases de efecto invernadero.
Pero, como un boomerang, son las más expuestas a sufrir los efectos del cambio climático. En la Ciudad de Buenos Aires, desde hace tiempo, podemos notarlos: mayores y más intensas precipitaciones y un aumento sostenido en la frecuencia y duración de las olas de calor.
Para nosotros la cuestión climática es central. Desde 2008 trabajamos desarrollando políticas públicas transversales a todas las áreas de gobierno. Y en este contexto es que, desde la Secretaría de Ambiente, llevamos adelante nuestro Plan de Acción Climática del que estamos presentando la tercera actualización.
El Plan de Acción Climática es la hoja de ruta que reúne las medidas que vamos a llevar a cabo para reducir los gases de efecto invernadero y lograr ser una ciudad carbono neutral, resiliente e inclusiva para 2050.
En esta edición, el Plan mejora las metas que nos propusimos en 2009 y en 2015 cuando presentamos las otras propuestas, y nos posiciona entre las ciudades más exigentes en relación al cumplimiento de nuestros compromisos: vamos a reducir el 50% de nuestras emisiones para 2030 y alcanzar la neutralidad para 2050.
Para lograr estos objetivos nos propusimos trabajar en 24 acciones cuya implementación será indispensable para avanzar hacia una ciudad que se adapte a los impactos del clima y se transforme para ser más sostenible; que produzca y consuma de manera consciente, con la mirada puesta en la transición hacia la economía circular y en donde todos seamos parte de una acción climática integradora y nadie se quede atrás.
Es en este sentido que pusimos especial cuidado en diseñar soluciones pensadas para los sectores más vulnerables de modo de que puedan contar con herramientas que les permitan sobrellevar los efectos del cambio climático.
Pensar una ciudad moderna, con recursos para adaptarse y mitigar las pruebas que impone la cuestión climática, exigió mucho trabajo que pudimos llevar a cabo con el acompañamiento de C40, el grupo de liderazgo climático integrado por grandes ciudades de todo el mundo y el respaldo del Departamento de Estrategia Empresarial, Energética e Industrial del gobierno británico.
A su vez, todas nuestras propuestas están alineadas con las metas del Acuerdo de París, que Argentina suscribió en 2016 y que debe ser el faro que guíe la acción climática a nivel global para poder avanzar hacia un futuro ambientalmente seguro.
Queremos que este Plan de Acción Climática que diseñamos e impulsamos desde la Ciudad de Buenos Aires pueda servir como propuesta para que otros distritos del país desarrollen sus propios planes de modo de contar con una herramienta federal para actuar de manera conjunta.
Contar con este Plan es la oportunidad de lograr que la justicia climática llegue a todos los habitantes de la Ciudad para que puedan disfrutar del derecho inalienable a un ambiente sano para ellos y para sus hijos.














