OPINIÓN

Messi: un final idílico para "el pibe de la película"

Resiliencia. De eso se trata la vida, y a veces, también el fútbol. Levantarse una y otra vez tras chocar contra un obstáculo, sabiendo que al final habrá recompensa. Algo que Lionel Messi fue aprendiendo durante su trayectoria en la Selección argentina, y cuya máxima lección se concretó en el Mundial de Qatar.

El camino hacia la cima del "Messias" también estuvo repleto de presiones. Primero, por alcanzar una estatura que le permitiera cumplir su sueño de ser futbolista profesional. Pero cumplido ese objetivo y ya convertido en la máxima estrella del fútbol mundial, para algunos hinchas argentinos tampoco alcanzaban los títulos que "La Pulga" iba coleccionando en el Barcelona.

La colección de títulos de Messi en el Barcelona nunca había alcanzado para satisfacer a algunos hinchas argentinos, que siempre le exigieron ser campeón del mundo con la Selección.

"Para que Messi iguale a Maradona tiene que ganar el Mundial", era la frase de cabecera de estos hinchas que resumía el principal requisito a cumplir para que el ahora delantero del PSG accediera al olimpo de los dioses futbolísticos que ya compartían Pelé, el propio Diego, Di Stéfano, Cruyff y Beckenbauer.

Si bien los intentos del crack rosarino y sus compañeros por conseguir este objetivo fueron infructuosos, también tuvieron sus altibajos. De la clara oportunidad desperdiciada en Alemania 2006 (con un joven pero prometedor Messi quedándose en el banco de suplentes en la eliminación contra los germanos en cuartos de final), se pasó a la goleada sin atenuantes ante el mismo rival, de nuevo en cuartos, en Sudáfrica 2010, y nada menos que con el Diego como técnico.

Messi y Maradona juntos en el Mundial de Sudáfrica 2010, que terminó con otra frustración para Argentina.

Cuatro años después nos quedamos en la puerta de la gloria en la Copa del Mundo en Brasil, en el inicio de la seguidilla de finales perdidas que en 2016 estuvieron a punto de provocar la renuncia de "La Pulga" a la Selección.

Sin embargo, ahí se levantó otra vez, y con un triplete histórico frente a Ecuador en Quito clasificó a Argentina para Rusia 2018. Un Mundial para el olvido, con golpe de Estado incluido de los jugadores al entrenador Jorge Sampaoli en medio del certamen. Un descalabro que parecía el final de Messi con la celeste y blanca, pero...

Messi festeja su gol contra Nigeria que sirvió para clasificar a Argentina a los octavos de final del Mundial de Rusia 2018 y maquillar un poco el descalabro de la Selección en aquel certamen.

Creer o reventar, tras la muerte de Diego en noviembre de 2020 se empezó a ver la mejor versión de "La Pulga" en la Selección: más suelto y determinante en la cancha, como si se hubiera liberado del peso de la sombra de Maradona. Pero al mismo tiempo también se pudo observar al ídolo surgido en Newell's con el grado de personalidad que siempre le exigieron los hinchas argentinos, como si "El Pelusa" se la hubiera traspasado luego de su fallecimiento.

Este evidente cambio de actitud para encarar los partidos y sus momentos adversos se empezó a ver en la Copa América de 2021 jugada en Brasil, donde el aporte de Messi fue decisivo para conseguir el título y acabar con 28 años de frustraciones del conjunto albiceleste. Aunque todavía faltaba lo mejor...

Creer o reventar, tras la muerte de Diego en noviembre de 2020 se empezó a ver la mejor versión de "La Pulga" en la Selección, como si "El Pelusa" se la hubiera traspasado luego de su fallecimiento.

Durante los primeros 10 meses de 2022 "La Pulga" pareció haber reducido su desgaste en las canchas con el PSG al mínimo indispensable, tal vez priorizando el Mundial, lo que valió algunas críticas y que la revista "France Football" ni siquiera lo incluyera entre los 30 candidatos iniciales para ganar el Balón de Oro de la temporada. 

Un golpe a su orgullo y amor propio y el enésimo obstáculo en su carrera, del que otra vez supo levantarse para tratar de alcanzar su mayor anhelo: ganar la Copa del Mundo con su país.

Vestido como un rey, Messi festeja junto a sus compañeros de la Selección argentina el título mundial en Qatar.

El penal convertido por Montiel estampó el nombre Lionel Messi en el firmamento, además de proyectarlo para ganar su octavo Balón de Oro a mediados de 2023. 

Y también fue un final idílico para "el pibe de la película": campeón del mundo en el desierto, y levantando la Copa a sus 35 años vestido como un rey. El rey del fútbol, pero también de la resiliencia.

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