En esta noticia

En el Mobile World Congress (MWC) deBarcelona no se habla de otra cosa. Es, después de todo, uno de los eventos más importantes de la industria tecnológica en todo el año y allí se discute no solo lo que va a pasar en 2023 sino también en los próximos cinco años.

El 5G -la quinta generación de redes móviles que viene a reemplazar al ya famoso 4G- va a permitir navegar hasta 100 veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado. En términos que le interesan al cliente, le va apermitir bajar una película en segundos. Aunque también hay otras implementaciones posibles que van más allá del uso casero.

De hecho, en el MWC 2023 las aplicacionestécnicas brillan en distintos verticales. La aparición de gemelos digitales permitiría, por ejemplo, poder prototipar con seguridad operaciones complicadas en nichos como el de Oil&Gas y el 5G lograría disminuir la latencia, es decir, el tiempo que tarda en transmitir la información, tardando microsegundos en resolverlas.

Otras aplicaciones, quizás más controversiales, también se discuten aquí, en los pabellones del FIRA, la organización ferial que acoge al MWC cada año. Por ejemplo, el de las ciudades inteligentes que mediante videovigilancia pretende hacer más seguras las capitales del mundo.

La tecnología 5G en la Argentina y en América Latina

La Argentina -más concretamente laCiudad de Buenos Aires- ya ha metido los pies en esta discusión con el uso de cámaras y reconocimiento facial biométrico. La tecnología, como todo, puede fallar y eso le reclaman a la Ciudad los activistas de la seguridad informática y la privacidad de los usuarios. Pero lo cierto es que el 5G, una vez aplicado, va a permitir que la autopista de datos corra más rápido permitiendo identificar actividades sospechosas en tiempo récord. En el mundo, ya sucede.

En la Argentina, estas aplicaciones todavía están en pañales. Aunque ya existen antenas 5G como preparativos para lo que viene, lo cierto es que todavía se manejan en el espacio que hoy ocupa el 4G.

No es poco común que América latina toda esté más retrasada respecto de sus pares europeos, que tienen regulaciones para esta tecnología desde el año 2018, pero en el país la pelea por el 5G tiene ribetes políticos que no están del todo resueltos.

Implicancias políticas en el avance tecnológico

La riña existe y es entre operadores -Telecom, Telefónica, Claro- y el Gobierno por la licitación y limpieza del espectro, allí donde el 5G corre. Había expectativa de que en este MWC 2023 la discusión terminase con una conferencia de prensa en la que el Gobierno de Alberto Fernández anunciase, finalmente, la licitación tan esperada, un primer paso para que el 5G se vuelva una realidad en el país. Pero finalmente quedó en la nada: no será en Barcelona el gran anuncio que todos están esperando.

La discusión, sin embargo, está avanzada y se cree que la licitación podría darse en marzo o abril. El tema principal es el precio y el momento del anuncio, cuestiones que la Enacom ya ha discutido con las telcos.

Mientras que la licitación del 4G a fines de la administración de Cristina Fernández de Kirchner en 2014 proveyó al Estado de dólares frescos para "pasar el invierno", esta vez la cifra no podría superar los u$s 600 millones, según datos de la industria. Lejos, muy lejos, de los u$s 1400 que quiere cosechar el gobierno justamente en un momento en el que el campo no da buenas noticias para las reservas.

Este es, sin embargo, el primer paso de una serie de inversiones que podrían poner a las telcos entre la espada y la pared. Las tarifas, siempre un tema caliente en lo que se considera ya un "servicio público", ponen paños fríos en el retorno de la inversión millonaria. Y la pelea política entre las empresas que proveen la infraestructura llega a los Estados Unidos y China, poniendo a sus empresas más importantes en las trincheras y empujando a los Estados de países emergentes a elegir un bando.

Así las cosas, se espera un anuncio inminente de parte del Estado Argentino que intente responder algunas de las inquietudes que la industria tecnológica local todavía mantiene. Lo cierto es que la pelea por el 5G es clave para potenciar la transformación digital del país y sus empresas y ya se corre con cinco años de desventaja. Mucho trabajo y muchas inversiones por hacer sin un retorno claro pero con un mensaje más que concreto: con 5G todo; sin 5G, nada.