El mito o creencia generado post debate Nixon/Kennedy señala que -en aquel entonces- quien vio dicha contienda política por Televisión dio ganador al joven JFK, en cambio quien escuchó el debate por la radio puso en el podio al hombre del Caso Watergate. Tanto para la comunicación política como para la empresarial ese momento es recordado como el punto de inflexión por el ingreso de la televisión y la importancia que desde ese entonces se le dio a la imagen y a su construcción. No es en vano destacar que la comunicación mediada tiene y debe respetar lógicas para las cuales es necesario prepararse y dedicarle tiempo de entrenamiento. “Horas de vuelo dicen que hay que tener antes de conducir un avión. Para estar cara a cara con un periodista, el empresario o el político también debe entrenarse.
Desde entonces el mediatraining o telegenia (término utilizado en España por la academia) se ha ido perfeccionando. Siempre con la idea de dotar de herramientas para una contienda despareja. Donde el que pregunta no le alcanza lo que se responde y donde quien responde genera poco interés en su respuesta. Es una relación de ida y vuelta.
"Me quiero ir"
Más allá de los formatos en el entrenamiento, el foco está en capacitar con método y rutinas para poder “sacar un empate de visitante y con dos jugadores menos . Con el permiso de la alegoría futbolística, el resultado –por ejemplo- de una entrevista televisiva (esto se potencia en escenarios donde los embates vienen desde varios frentes: programas con panelistas) responde a diferentes situaciones. En primer lugar, cuán preparado se va a un reportaje, qué se sabe del programa y del periodista, qué línea o mirada tienen sobre la industria o sector donde se desarrolla la empresa y –principalmente- si participar está alineado con la estrategia de comunicación. En tiempos “tiranos o televisivos el foco estará puesto en “titular y generar rebote luego de ese eje planteado. Aquí es donde prepararse puede ser un diferencial para el evitar el recordado “me quiero ir . El mediatraining no es un acting ni debe reducirse al simulacro de un funcionario o empresario saliendo de la oficina para enfrentar una “asalto periodístico . Es más que eso. Es formarse en el funcionamiento, lógica y necesidades de los medios y/o periodistas. Es anticipar jugadas donde las reglas están claras, sólo hay que saberlas y como decían en el barrio: salir a la pista.

Pero esta nota no busca ser un decálogo de cómo mejorar las relaciones con los medios en materia de entrevistas periodísticas sean TV, radio o gráfica. Es poner en la mesa un nuevo formato que también puede contribuir o dinamitar la reputación de un empresario ante una fallida salida en ZOOM para un canal de noticias. Del mismo modo que lo fuera –en sus primeros años- la televisión para la política y las empresas.
“The Last Hurrah es una película de John Ford de fines de los años 50 donde cuenta la historia de un alcalde irlandés que intenta buscar la reelección. En la vereda de enfrente: un joven y “bien parecido dirigente (Spencer Tracy) que logra interpretar mejor el mundo que se viene con la televisión y el impacto que ésta genera en las campañas políticas. “Estoy de salida le dice el viejo Frank Skeffington a su contrincante para lograr la alcaldía de una ciudad de la Nueva Inglaterra.
Modelo coronavirus
Cuánto cambió con ZOOM o Google Teams el modelo de entrevistas y de notas con los medios para que un candidato o empresario no cometa ese “sincericidio de sentirse “de salida . Hay similitudes y semejanzas con los formatos pre cuarentana Covid19. La cámara sigue siendo indiscreta sea la del Smartphone o la de un programa de televisión.

Días pasados me tocó tomar una conferencia virtual sobre “comunicación de crisis en época de pandemia en la que había decidido participar sólo desde la escucha con el micrófono y cámara “muteados . Al final llegó el momento de las preguntas y uno de los organizadores que me conocía solicitó mi intervención. No tenía margen de “acicalarme (como decía mi abuela) por lo que decidí preguntar sin imagen. Pero la situación –y como muchas veces pasa también en los medios tradicionales- me llevó a salir al ruedo. Respuesta corta para volver al “muteado (“y para titular como en los medios) pero desde la organización se hizo una captura de pantalla y esa imagen más 140 caracteres se transformaron en un tuit. Debo reconocer que no salí favorecido.
En estos tiempos de encierro los medios han tenido que “reperfilar formato y modelos. Pero la noticia sigue siendo la misma, la lógica de miradas contrapuestas entre periodista y entrevistado es igual más allá del soporte. Lo que queda claro es que es necesario tomar recaudos antes de dar el sí a una nota. Otro mito de la comunicación son los porcentajes de credibilidad que se le atribuyen a la comunicación no verbal por encima del contenido (Regla Mehrabian). Sólo sí destaco que el cómo tiene un impacto importante sobre lo que decimos. Y en esto la imagen que damos genera confianza, empatía, cercanía, credibilidad o todo lo contrario. Por eso es vital preparase y respetar las lógicas.
Jugar de local
Haciendo un paralelo es relevante recordar la frase que dicen los productores de TV: “El piso mata teléfono a la hora de definir una nota con un entrevistado. También para éste el escenario es mejor que una nota telefónica y más si hace por celular donde la señal puede jugarle una mala pasada. Fuera del piso el entrevistado está en desventaja a la hora de cerrar el comentario porque –por lo general- la última palabra siempre la tiene el periodista. En contraposición, salir desde el teléfono fijo desde la oficina (en este caso desde la casa) le permite al entrevistado tener preparado “los mensajes claves , estar tranquilo por “ser local , lo que dará mayor credibilidad al relato o storytelling.
Volviendo al formato “telemático , el delay que se genera entre periodista y entrevistado atenta contra el mensaje. Contar una política determinada o el proceso de inversión de una compañía en una conversación tipo “walky talkie donde se necesita el “cambio para cerrar lo que se está queriendo explicar puede minar la credibilidad. Por eso, no está mal acordar una salida telefónica que sea más rica en el contenido, que conforme mejor a las partes y principalmente a la audiencia. Más allá de respetar el funcionamiento de este nuevo modelo de entrevista: ubicación de la cámara del celular o la Tablet, la iluminación y el micrófono, el estar “presentable , que ningún familiar se cruce por detrás, la clave siempre está en lograr coherencia entre lo que dice y lo que uno hace (o representa). En definitiva, todo un desafío para este nuevo formato que vino para quedarse.











