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Día Mundial del Ahorro: "El que guarda siempre tiene"

El Día Mundial del Ahorro se celebra anualmente el 31 de octubre en todo el mundo. Se estableció dicha celebración en 1924, durante el primer Congreso Internacional de Cajas de Ahorros en Milán, Italia. El motivo era alentar a la gente a ahorrar dinero y restaurar la confianza del público en los bancos, que se perdió después de la Primera Guerra Mundial.

A través de los años, el objetivo común detrás de la celebración del día, es promover la importancia del ahorro.

Ahorrar dinero es una lección que aprendimos primero de nuestros padres en nuestra niñez. Sin embargo, se vuelve más importante en la última fase de nuestras vidas, ya que ahorrar es una necesidad para cada individuo a nivel personal. Además, también es importante para el crecimiento económico del país.

Ahora bien, ¿cómo podemos aplicar tal enseñanza con niveles de inflación que han sido en forma constante de dos cifras durante décadas en nuestro país?. Lo primero que se nos viene a la mente es ¿para qué voy a ahorrar si mañana este dinero valdrá menos? Y ni hablar del valor adquisitivo que podría tener el año próximo.

La experiencia me ha indicado que las enseñanzas de la niñez quedan grabadas en la mente y por más que el dinero se deprecie, ahorrar siempre tiene sus ventajas: un propósito, un proyecto, un anhelo, una disciplina.

El ahorro es "formador de conductas". Así como el trabajo es una disciplina y es lo que nos permite ahorrar en mayor o menor medida.

Mi abuela que pasó la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial ya lo sabía, en su época lo que ahorraba lo invertía en joyería que compraba en el Banco Municipal en las subastas.

Esos tesoros le sirvieron cuando devinieron tiempos difíciles y los usó para solventar gastos de la casa o comprarse su primer hogar. Lo importante es poner el ahorro en alguna reserva de valor.

El ahorro significa usar los recursos de una manera inteligente y cuidadosa para que no terminemos extinguiéndolo todo de una vez. El interrogante se plantea, cuando se decide consumir en una importante cadena de café mundial que cotiza en bolsa o colocar ese dinero a resguardo. Si lo ahorro, en un poco más de un mes puedo adquirir una acción de esa gran empresa. Es decir, reemplazo un consumible, del cual podría prescindir, por un activo de resguardo de valor que paga dividendos.

Como sabemos, los recursos financieros no están disponibles en abundancia. Más bien, son limitados. Por lo tanto, es importante salvaguardar el dinero para lograr un mayor nivel de vida, tener un respaldo en situaciones complejas y también para asegurar la economía del país.

Hoy nos encontramos ante la inmediatez de las cosas y un consumismo desesperado que nos abruma. Es cierto, se nos dificulta ahorrar y pensar en el mañana, pero les aseguro que las "joyitas de la abuela" como cualquier otro activo que se pueda adquirir por lo mínimo que fuera con constancia, con la disciplina del trabajo y del ahorro, les ayudará en todo momento de sus vidas. Por eso: "el que guarda siempre tiene".

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