Cuando la cultura impacta en las elecciones, el INCAA es la eterna disputa
Cada vez que los cimientos sociopolíticos y económicos del país vibran e intentan acoplarse a un próximo porvenir, la cultura tambalea dando manotazos de ahogado para subsistir. Ante las declaraciones del candidato a presidente Javier Milei, quien proyectaría el cierre del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), deberíamos preguntarnos y hacer un mea culpa desde el medio artístico: ¿qué estamos comunicando mal para que la cultura se discuta una y otra vez en el país?
El INCAA es un ente público NO ESTATAL, cuyo objetivo es fomentar la producción audiovisual. Recauda sus fondos amparado en la Ley 24.377, conocida como "ley de cine", y se financia de manera AUTÓNOMA mediante el impuesto cinematográfico, negociado por la comunidad artística en el año 1994. Dicho impuesto establece que el 10% de los tickets vendidos de películas -no sólo nacionales, también extranjeras- sea destinado al Instituto, además de un porcentaje del precio de ventas en videogramas grabados y ENACOM (Ente Nacional de Comunicaciones). Monto que se utiliza para subsidiar a los trabajadores, para que productores, directores y guionistas ideen, desarrollen y realicen obras que no sólo representan nuestra identidad como país, sino que, a su vez, amplían el campo a muchos otros trabajadores colateralmente, vestuaristas, hotelería, arte, músicos, gastronomía, y la lista de flujo de dinero se expande haciendo rodar la economía.
Si debiéramos hablar de achicar los gastos del Estado, el INCAA, al ser un ente autárquico, el Gobierno nacional no debería interceder o definir sus acciones, ni financiarlo. Debe seguir su curso, tal como la ley expide. Entonces, ¿qué es lo que sucede? ¿Qué se pretende hacer? ¿Que desaparezca el INCAA para que el Estado desvíe el dinero que los artistas se proveen de forma autónoma?
Es innegable, de todas formas, que el manejo del dinero en el INCAA, en algunos casos, no todos, para subsidiar obras culturales, ha dejado mucho que desear en cuanto a su desempeño. Esto no hace más que perjudicar y ensuciar a quienes luchan con pasión y profesionalismo para continuar trabajando por la identidad cultural e industria de un país.
Debemos comenzar a mirar hacia adentro y alzar la voz para exigir que el funcionamiento sea correcto, transparente, sin favoritismos, dejando la política a un lado y concentrándose en lo que nos compete, que no es más que conocimientos, pensamientos, valores, experiencias de un país en un lenguaje con imágenes.
Los artistas no sólo tenemos derechos, debemos exigirnos también, que se cumplan las obligaciones, pues si estas se desarrollan de manera correcta, nos posicionará en otro sitio, el que corresponde. Así entiendo es la única manera para que, de una vez por todas, el INCAA deje de estar en tela de juicio constante, y esa es responsabilidad nuestra, hacer las cosas bien. Es esencial si queremos que nos respeten. Exigir como comunidad que aquellos que quieren romper al INCAA se hagan a un lado, y dar espacio a los que queremos trabajar honestamente, produciendo para crear obras de éxito, tanto cultural como económico, es una obligación moral y ciudadana de los artistas.
Empero, no todo es encaminar las cosas, si debemos elegir, votar, es porque aún existimos y producimos, dando resultados positivos dentro de nuestro ámbito, representando al país en los mejores festivales del mundo, haciendo virar los ojos al sur y que lleguen propuestas e inversiones privadas de otros países para seguir filmando; no solo producimos, vendemos nuestros productos al exterior.
Sí, nos falta mucho respaldo, que confíen en nosotros, que vean nuestro potencial, nuestro valor humano y laboral. Entretanto, los que estamos dispuestos a hacer que el cine argentino viva, seguiremos escribiendo historias que salen del alma, los iluminadores encenderán sus luces, directores/as darán la voz de acción, las salas seguirán habitadas y la magia sucederá una vez más.
Estos son sólo algunos de los festivales en los que Argentina brilló ante el mundo, a salas llenas, en los últimos 5 años, además de los premios de la Academia de Cine de Hollywood (premios Oscar)
- Berlín (Alemania) / Festival Internacional de Cine de Berlín
- Cannes (Francia) / Festival de Cannes
- Montreal (Canadá) / Festival Internacional de Cine de Montreal
- Moscú (Rusia) / Festival Internacional de Cine de Moscú
- San Sebastián (España) / Festival Internacional de Cine de San Sebastián
- Varsovia (Polonia)/ Warsaw Film Festival
- Venecia (Italia) / Festival Internacional de Cine de Venecia
- El Cairo (Egipto) / Festival Internacional de Cine de El Cairo
- Locarno (Suiza) / Festival Internacional de Cine de Locarno
- Sitges (España) / Festival de Cine de Sitges
- Bruselas (Bélgica) / Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas, cine fantástico
Argentina cuenta con el Festival de Mar del Plata, único en Latinoamérica de Categoría "A", organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA)
El INCAA, la industria audiovisual, no se negocia.
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