No es frecuente que un economista que se destaque en el campo académico tenga una vasta trayectoria en la función pública, desde Estados Unidos hasta Israel y en organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI. Y como si fuera poco, le sobró tiempo para manuales de Economía, como el que escribiera, uno con Rudiger Dornbusch, y otro con Olivier Blanchard. Con la Argentina tuvo bastante contacto: ya en 1985 participó en una reunión de la Asociación Argentina de Economía Política junto a Franco Modigliani. Al conocerse su fallecimiento este fin de semana, el exsecretario del Tesoro de Bill Clinton, Larry Summers, lo despidió señalando que "nadie ejerció una influencia tan acumulativa en los responsables de la política macroeconómica de la última generación como Stanley Fischer. Los gobernadores de bancos centrales Ben Bernanke, Mario Draghi y Kazuo Ueda fueron sus alumnos, al igual que muchos otros como yo, que ocupamos otros cargos.". Fischer había nacido en Mazabuka, una ciudad en Rodhesia del Norte, hoy Zambia. Sus padres tenían un almacén con su vivienda, sin agua potable, al fondo. Ganó una beca para estudiar en la London School of Economics. Luego completa el doctorado en el MIT y en Chicago, conoce a Dornbusch y a Jacob Frenkel. De regreso en el MIT donde comienza a dar clase, tuvo tiempo también para colaborar en el diseño del plan de estabilización de Israel a mediados de los 80s. George Shultz el secretario de Estado de Ronald Reagan lo contacta junto a Herbert Stein para acabar con la inflación. Lo lograron. Fischer tuvo su paso por el Banco Mundial y luego llega en 1994 a ser el subdirector del FMI, presidido siempre por un europeo, en esa ocasión Michel Camdessus. Años antes el Fondo había sido reformado con la llegada al área de investigaciones económicas de Jacob Frenkel. En su paso por el FMI le toca batallar con el Tequila y las diferentes crisis del sudeste asiático y Rusia. La solución a esas crisis hubiera sido más costosa sino hubiera estado Fischer en el organismo. "Stan Fischer fue una gran persona y un gran economista. Tuve la fortuna de interactual con él durante muchos años", escribió ayer en X el economista Pablo Guidotti, viceministro de Economía desde 1996 a 1999. Años después, cuando se encuentran en un seminario económico en Suecia, Fischer con humildad le destacó que "son pocos los economistas cuyo apellido forman parte de una regla económica" en referencia a la "Guidotti-Greenspan". "Así de humilde era Fischer", señaló Guidotti a El Cronista. Pasó luego por el Banco Central de Israel y la Fed. Sus libros, lectura obligatoria para funcionarios.