Y "un día después de otro" llegó el tsunami educativo en Brasil

“Nada mejor que un día después de otro es un dicho brasileño que expresa que el tiempo mostrará o corregirá las cosas. En este caso, el tiempo son cinco meses y medio de gobierno de Jair Bolsonaro. Tiempo suficiente para que su nivel de aprobación cayera a la mitad en relación al 1 de enero cuando asumió y que su rechazo se dispare.

Por estos días muchos en Brasil, incluyendo medio tradicionales como O Globo y Folha de São Paulo, se cuestionan la salud mental de su presidente.

La semana pasada estuvo cargada de conflictos promovidos por el propio Presidente, sus hijos, sus ministros favoritos y su “gurú , Olavo de Carvalho. Este último vive en Estados Unidos y se define como astrólogo y “filósofo autoproclamado .

En medio del conflicto mediático entre un hijo de Bolsonaro y el ministro de la Secretaría de Gobierno, Carlos Alberto Santa Cruz, responsable por la Secretaria de Comunicación -que ambos se disputan-, este último fue blanco de tuits ofensivos y despectivos, de parte de Carvalho, que provocaron la indignación de los militares como institución.

El ex comandante del Ejército, Eduardo Villas-Bôas, quien cobró notoriedad cuando les advirtió un año atrás a los jueces que los militares no aceptarían que Lula fuese juzgado inocente, fue un de los primeros en reaccionar. Lejos de amilanarse, Carvalho le respondió con sucesivos tuits tremendamente agresivos y groseros, llegando a burlarse de la enfermedad degenerativa que padece el militar.

¿Y Bolsonaro? Bolsonaro dejó que los tuits fluyesen. Y además les anunció a los militares un fuerte ajuste. La tapa de la revista Isto É fue un Carvalho bufón con el título: “El imbécil .

Más aún, el Presidente anunció que pretende ampliar la legalización de la portación de armas para incluir a políticos y periodistas. Además, se habló entre la “bancada de la bala , como se conoce los parlamentarios que están a favor de liberar el uso de armas, que también debería permitirse usarlas en aviones y que los menores de edad pudiesen efectuar cursos para aprender a disparar. Mientras tanto, Wilson José Witzel, el gobernador de Rio de Janeiro identificado con los que asesinaron a la concejal carioca Marielle Franco, salió literalmente a “cazar bandidos , filmándose disparando desde un helicóptero con un fusil mientras chicos salían de la escuela.

Bolsonaro continuó provocando, afirmando en una entrevista que “el racismo es una cosa rara en Brasil , lo que generó el repudio de las agrupaciones que denuncian la desigualdad racial en el país. Por si hiciera falta más, se enfrentó con el alcalde de New York, Bill de Blasio, por la negativa de este último a que el jefe del Ejecutivo brasileño recibiera en esa ciudad el Premio Personalidad del Año que la Cámara de Comercio Brasil - EE.UU. le otorgará. Cuando Bolsonaro afirmó que era un “radical por esa determinación, de Blasio respondió: “Si es ‘radical’ levantarse contra tu ideología destructiva, entonces somos radicales orgullosos .

Pero lo que más indignó a gran parte de la sociedad brasileña es el fuerte recorte anunciado sobre el gasto educativo. Entendida como una forma de presión para lograr la aprobación de la reforma jubilatoria que por estos días discute el Congreso, la medida pretendió ser explicada por Abraham Weintraub (el nuevo ministro de Educación tras la renuncia de Ricardo Vélez) quien confundió al escritor Franz Kafka con "kafta", un conocido plato de la cocina árabe, y erró al hacer el cálculo de 30% por 3,5%.

Weintraub y Bolsonaro afirmaron, para justificar el recorte, que procuraban terminar con “la joda en las universidades.

El anuncio provocó la protesta masiva de la comunidad educativa. No sólo los universitarios, sino también de los colegios secundarios y hasta los primarios salieron a manifestarse.

De este movimiento ha resurgido la figura de Fernando Haddad, el candidato del PT derrotado en las últimas elecciones, tanto él, desde su rol de profesor de la Universidad de San Pablo, como el  propio Lula desde la cárcel son cada vez más requeridos para que expresen sus visiones. El ex presidente fue enfático: “Brasil está siendo gobernado por una banda de locos .

Esta sucesión casi inverosímil de episodios del clan Bolsonaro concluyó el fin de semana con el actual mandatario anunciando, enigmáticamente, que estaría por venir un tsunami. Varias especulaciones se tejieron sobre a qué se refería pero lo cierto es que la comunidad educativa en pleno tomó su frase para anunciar un tsunami de la educación en el país, una protesta que paralizó las calles de las principales ciudades este miércoles 15 de mayo .

En más de 200 ciudades cerca de 2.000.000 de personas marcharon enarbolando varias consignas. “No habrá cortes, habrá lucha , "hay dinero para los policías, pero no para la educación , “joda es la familia Bolsonaro y hacer revólveres con la mano y “no es recorte, sino extinción de la educación pública", fueron algunas de las que pudieron verse en los imagenes de la protesta en Rio de Janeiro, San Pablo, Belo Horizonte, Recife y Porto Alegre.

Toda la prensa observó que, desde las protestas de 2013, no se habían vistos escenas así. Bolsonaro respondió que los estudiantes eran sólo “idiotas útiles desde Dallas donde fue a recibir su anunciado premio y encontrarse con George W. Bush quien dijo que no lo invitó y sólo lo recibió por respeto a su investidura.

Son muchos los que se preguntan cómo serán tres años y medio más de un día tras otro con Bolsonaro presidente. Lo concreto es que un día tras otro, en sólo cinco meses, el ambiente social en Brasil cambió radicalmente. Este miércoles 15 de mayo el tsunami educativo hizo que a partir de ahora los días que se vienen en Brasil son otros.

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