Es tiempo de que en nuestro país el 8 de marzo deje de ser el Día de la Mujer para que introduzcamos en el calendario el Día de la Igualdad de Género. La sociedad argentina sólo podrá ser más igualitaria si trabajamos en forma conjunta ambos sexos y ponderamos en ese camino tanto a mujeres como hombres.

La oportunidad de una convivencia sin violencia, sin estereotipos, sin etiquetas será imaginable en la medida que las condiciones de igualdad existan teniendo en cuenta la diversidad, peculiaridad y potencialidad que cada uno puede aportar al desarrollo y proyección tanto individual como colectivo.

Es tiempo de afianzarnos en un nuevo contrato social, donde la igualdad de oportunidades sea real, donde la mujer logre mayor independencia económica y así libertad, donde las tareas domésticas y las profesiones no tengan género, donde el padre pueda disfrutar de una licencia por paternidad que no sea únicamente un lujo de la madre, donde los recursos económicos del hogar no caigan en los hombros masculinos, donde la diaria laboral de una mujer no sea el abuso de poder, donde si la mujer creció laboralmente seguramente fue porque le hizo "favores" a alguien.

Debemos, como sociedad, aumentar nuestra sensibilización, nuestra empatía, y la cercanía con el otro, debemos fomentar entre todos un cambio en nuestra conducta individual y desde el Estado promover políticas públicas reales que transformen las dinámicas de poder y las relaciones desiguales de género que aún hoy persisten.

Más igualdad, más libertad, mayor respeto individual, mayor trabajo y conciencia colectiva es lo que nos debemos como sociedad, y es necesario hacerlo juntos: que el #8M sea el #DiadelaIgualdaddeGénero!