El Papa Francisco advirtió a los fieles sobre la utilización el dinero: "El diablo entra por el bolsillo"
El sumo pontífice apuntó contra las personas que buscan el dinero como objetivo de vida. Qué dijo.
El Papa Francisco brindó una entrevista para la prensa internacional y dio un consejo a las personas que usan su dinero de forma indebida y habló de las consecuencias de "no saber" utilizar tus ganancias: "El diablo entra por tu bolsillo".
A menudo, el Papa Francisco ha sido un fuerte crítico del uso desmedido del dinero y ha sentenciado duramente la cultura del consumismo que plantea el sistema capitalista. Es por eso que en reiteradas ocasiones aseguró que el dinero funciona como una herramienta para ayudar a los demás, y no como una meta en sí misma.
Además, el sumo pontífice advirtió sobre las consecuencias de enarbolar el valor del dinero. La obsesión por la riqueza, según él, puede llevar a actos de corrupción que corrompan la vida de una persona.
La advertencia del Papa Francisco: "El diablo entra por tu bolsillo"
"Mi abuela decía: ‘el diablo entra por tu bolsillo'. El dinero te corrompe si no lo sabés usar bien, si no estás comprometido con algo para usar el dinero", apuntó en un entrevista brindada en el Vaticano.
Y agregó: "En cambio, el dinero, si lo usás bien y lo ganás bien, te engrandece. Usar bien no quiere decir que des todo lo que tenés, pero que edifiques tu familia, que vayas creando un buen ambiente, y que ayudes a los demás".
En ese marco, el Papa Francisco asegura que el dinero puede funcionar tanto como un instrumento de grandeza como una herramienta de pobreza personal, que caracteriza y divide a las personas de "corazón grande" con las personas que son "generosas a medias".
El Papa Francisco alerta por usar el dinero de esta forma
De esta forma, el Santo Padre señala que aquellos que utilicen su dinero de una forma individualista no lo realizan con intenciones de ayudar a las personas, sino que ven a las ganancias como un fin en sí mismo.
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"A veces pregunto: ‘¿Usted da limosna?', y la segunda pregunta: ‘Usted, a la persona que da limosna, ¿la mira a los ojos?'. Miran para otro lado. Lo que te está pidiendo esa persona es una caricia. Para pensar", concluyó.