Ícono de los kioscos

Se inspiró en otra golosina y hoy se producen 10.000 por minuto: el Bon o Bon ya llega hasta Japón

Arcor lanzó su bombón insignia en 1984 y este le permitió expandir su marca por todo el país. Hoy la etiqueta se expandió a múltiples categorías y está presente en 80 países.

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En 1929 un inmigrante alemán creo en Brasil una de las principales chocolateras del mundo, reconocida por su vistosa caja surtida amarilla. En particular, uno de sus productos más populares era un bombón relleno de crema de castañas de cajú y bañado en chocolate. Varias décadas después este dulce sirvió de inspiración para el nacimiento de una de las golosinas más queridas por los argentinos, el Bon o Bon que hoy tiene presencia en 80 países del mundo.

La cordobesa Arcor produce cerca de 10.000 unidades cada minuto en tres plantas ubicadas en Argentina (Colonia Caroya, Córdoba), Brasil y México. Se trata de uno de sus productos insignia el cual le permitió expandirse del Interior a la Ciudad de Buenos Aires. Según la propia compañía, el Bon o Bon es la segunda marca más popular a nivel global dentro de este segmento y todos los años vende cerca de 700 millones de bombones con su marca. Pero, ¿cómo nació este clásico de los kioscos?

Nacimiento del Bon o Bon

El Bon o Bon salió al mercado en 1984 y fue una idea de Fulvio Pagani, fundador de Arcor. A diferencia de otros bombones, el empresario quería que esta novedad sea de venta individual y no en caja. Además, apostó por un precio razonable para poder situarlo como una opción amable para el bolsillo y al paso.

El Bon o Bon se inspiró en el Serenata de Amor, de la brasileña Garoto

El momento de su lanzamiento no fue al azar, sino que tuvo que ver con una cuestión de timing de mercado. "Garoto había llegado al país de la mano del proceso de importación que hubo durante los primeros años de los 80. Cuando la importación se interrumpió, mi padre vio la oportunidad", contó Luis Pagani, hijo de Fulvio y actual presidente de la firma, en su libro ‘El gen empresarial'.

Un pequeño detalle

La inspiración del ejecutivo había sido justamente el Serenata de Amor, uno de los tantos bombones que aparecían en la caja surtida de la marca brasileña. Pero, a diferencia de este, Pagani decidió darle un relleno con una materia prima a la que tuviera acceso. Ahí entró en escena el maní, cuya producción se centra en Córdoba, la misma provincia en la que nació Arcor.

Fulvio Pagani, fundador de Arcor

Para Luis Pagani, el lanzamiento el Bon o Bon constituyó uno de los principales hitos de la empresa dado que le dio visibilidad en el mercado porteño y le permitió posicionarse ahí, ya que hasta ese momento tenía mayor presencia en el Interior. A esto se le sumó un plan de marketing de su padre que tiene vigencia hasta hoy.

La Semana de la Dulzura

En 1989, en un plan conjunto con la Asociación de Distribuidores de Galletitas, Golosinas y Afines (ADGyA), Fulvio Pagani instauró la "Semana de la Dulzura" en julio

Esto disparó las ventas no solo del bombón de la marca, sino también de varias golosinas que aprovecharon el ímpetu de la jornada para movilizar acciones y lanzamientos.

Del bombón a los helados

La empresa decidió aprovechar el éxito de su creación para llevar su popularidad a otros segmentos. El Bon o Bon se convirtió en alfajor, helado, huevo de pascua, oblea e incluso salió a la venta su relleno untable sabor maní. Actualmente la etiqueta está presente en 12 categorías de productos.

La compañía esperaba vender 50 millones de unidades del Bon o Bon de dulce de leche en su primer año.

También hubo innovación desde el lado del propio bombón. Del clásico bañado en chocolate con leche se desprendió su versión de chocolate blanco, rellena de chocolate y las asociaciones con otras marcas como Águila y Chocolinas - ambas hoy bajo el paraguas de Arcor. En 2021 tras dos años de desarrollo y una inversión de u$s 500.000 presentaron una opción rellena con dulce de leche la cual esperaban que genere ventas por u$s 5 millones en su primer año.

Expansión internacional

Más allá de ser un ícono de los kioscos argentinos, su presencia se expandió por varias latitudes. Desembarcó en Brasil en 2013 con una inversión de u$s 85 millones para expandir la capacidad de su fábrica local y otros u$s 35 millones para posicionarlo ahí. Asimismo llegó a los Estados Unidos, bajo el nombre Whisper, y a México, a través de un acuerdo de distribución con Bimbo.

Hoy se exporta el 70% de la producción total de Bon o Bon e incluso en algunos mercados aparecen versiones desconocidas, como el relleno de frutilla y crema en Brasil o el de té matcha en Japón. La compañía había anunciado que para fines de 2021 tendría en funcionamiento una nueva planta en Angola - inversión de u$s 45 millones - que le permitiría al bombón llegar a otros países del continente africano, desde Congo y Zambia hasta Namibia y Botswana.

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