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El 2020 fue hace apenas cinco años, pero en la memoria colectiva tiene el poder de todos los hitos históricos: parece haber sucedido en un pasado remoto. La aceleración de la adopción de la nube es hija de aquel episodio pandémico: las empresas la incorporaron como pan caliente, muchas veces sin hacer análisis detallados de costo-beneficio, ni medir los gastos, ni evaluar los riesgos inherentes de seguridad que venían aparejados con la tecnología.

En el medio, la gran mayoría fue ganando madurez, corrigiendo errores y mejorando la puntería. Hoy, el desafío es otro: cómo utilizar la nube como ventaja competitiva. En este camino, aparece una nueva ola de modernización, en la que lo importante ya no es bajar costos (mucho menos, mantenerse operativos durante una cuarentena), sino habilitar nuevos modelos de negocios, generar eficiencias y posicionarse delante de la competencia. Todo se produce a gran velocidad: IDC dice en su informe FutureScape para Latinoamérica que este año más del 40 por ciento de las empresas latinoamericanas modernizará hasta el 50 por ciento de su arquitectura cloud.

"El futuro de la nube en Argentina depende de tres pilares: educación (certificaciones cloud accesibles para cerrar la brecha de talento), colaboración público-privada (políticas que incentiven la adopción en pymes) e innovación responsable (equilibrio entre agilidad tecnológica y cumplimiento normativo)", sentencia Sebastián Tessitore, líder de preventas en Ricoh. La empresa brinda diseño de arquitecturas cloud first, soluciones FinOps, de seguridad integral y de automatización y orquestación.

Todos sabemos de qué se trata

El primer paso evolutivo consiste en que ya no hay que explicar qué es la nube.

"No pasa como antes que había que evangelizar y explicar los beneficios de la arquitectura de nube: hoy la ventaja competitiva es clara", apunta Andrés Andonegui, CEO de Meriti, premier partner de Google Cloud. Sin embargo, queda trabajo por hacer, "principalmente en el ordenamiento interno de sus fuentes de los datos y en la renovación tecnológica de sus aplicaciones, que muchas veces se convierte en un freno al momento de ir a una arquitectura de nube moderna o cuando se trata de incorporar agentes de IA en sus procesos internos". Meriti ofrece soluciones sobre tres ejes: infraestructura y seguridad, plataformas colaborativas en la nube para potenciar a las personas y agentes IA y automatización de procesos.

"La nube ya no es solo una herramienta para reducir costos o escalar operaciones, hoy es clave tanto en la gestión de operaciones como en los productos con los que las empresas basan sus modelos de negocio", afirma Franco Boette, miembro de la comisión directiva en CESSI y CEO de la consultora C&S. "El interés en modernizar arquitecturas en la nube crece porque hay una mayor oferta de nuevos negocios basados en estas arquitecturas, que hacen que la competencia sobre los productos o servicios que se ofrecen sean de mayor calidad o menor costo: la necesidad de actualizarse para seguir compitiendo", indica.

"El desafío radica en aspectos como la madurez organizacional para aggiornarse a trabajar con tecnologías de nube, principalmente en lo que hace a modelos operativos, o bien, en el hecho de justificar ante un directorio o un venture capital una inversión de dinero considerable en tecnologías disruptivas, y a la vez, continuar asegurando la convivencia con la operatoria actual" evalúa Federico Catinello, líder de operaciones de Ingenia, firma especialista en aplicar las nuevas tecnologías para impulsar negocios.

De lo táctico a lo estratégico

Otro aliciente importante es que la mirada a la hora de adoptar la nube no se reduce a cuestiones menores. "Modernizar ya no es solo una cuestión técnica, sino también estratégica", sostiene José Ibáñez, líder de la práctica ITOPS en Baufest, empresa que ofrece servicios vinculados a la madurez de la nube, como automatización de infraestructura, prácticas FinOps o seguridad cloud.

Entre las tendencias que encuentra Ibáñez, se cuentan la búsqueda de servicios nativos de la nube (para abstraer las complejidades operativas de cuando no lo son), la arquitectura serverless y los lagos de datos (data lakes, repositorios centralizados que permiten procesar y gestionar grandes cantidades de información respetando el formato original en que los datos fueron creados). "También vemos que varias empresas se orientan a construir o implementar una plataforma IDP (Internal Developer Platform) con la idea subyacente de tener portales de autoservicio, donde los equipos técnicos en general logran una mejor experiencia en el ciclo de construcción de productos y servicios y tienen la posibilidad de agregar mayor valor al negocio".

"Las cargas de trabajo de IA corporativa están consumiendo una parte significativa de la capacidad de la infraestructura en la nube y eso impulsa la necesidad de arquitecturas más eficientes y optimizadas", completa Luciano Moreira da Cruz, cofundador y chief transformation & strategy office de Cloud Legion, empresa que brinda servicios gestionados y de seguridad en la nube.

En la vida real, para buena mayoría de las empresas, incluyendo las pymes, la nube está internalizada de manera directa o indirecta. "El 100% de las inversiones de tecnología de la compañía están relacionadas con hacer crecer el negocio mediante el desarrollo de nuevas aplicaciones para los clientes y la adopción de nuevas tecnologías en la nube (AI, seguridad y escalabilidad)", afirma Fernando Arrieta, director de Tecnología de Strix, que ofrece sus dos plataformas Strix Consumer y Strix Flotas, desde las cuales atienden clientes privados y corporativos, completamente hosteadas sobre AWS. Entre sus próximos pasos en la nube, la organización busca adaptar procesos y productos a las últimas tendencias en inteligencia artificial generativa para mejorar los servicios al cliente y hacer más eficiente el negocio.

Nuevas cosas conectadas

Otro eje que impulsa la modernización en la nube es el hecho de que cada vez hay más cosas conectadas.

"El interés por la nube no solo responde al aumento en la complejidad de los entornos empresariales, sino también a la necesidad de adaptarse a un mercado cada vez más competitivo", señala Damián López Gentile, líder de transformación digital en Schneider Electric Argentina, desarrolladora de EcoStruxure, una arquitectura y plataforma abierta e interoperable y habilitada para IoT que permite la digitalización de la gestión energética y la automatización de procesos.

La solución permite conectar todos los elementos de una empresa, recopilando información crítica desde sensores hasta la nube para optimizar la gestión de la energía, reducir costos y mejorar la sostenibilidad. Puede aplicarse en hogares, edificios, centros de datos, infraestructuras e industrias. La empresa también ofrece tecnologías de gemelos digitales, para simular y predecir el comportamiento de sistemas eléctricos y productivos, reduciendo riesgos, mejorando la disponibilidad de los activos y optimizando la eficiencia, y mantenimiento predictivo basado en IA para anticipar fallas y minimizar interrupciones críticas en la operación.

"Las empresas que aún mantienen sistemas "desconectados" están desactualizadas para migrar a la nube con los medios de seguridad, facilidad de integración con sistemas de terceros y probablemente, también requieran actualizar instalaciones de equipos obsoletos no compatibles con la conectividad", dice Eduardo Álvaro, director comercial para el negocio profesional de Signify Sudamérica, que ofrece soluciones de iluminación inteligente y conectada para obtener, procesar y almacenar datos en la nube. Estos se obtienen a partir de las luminarias LED Philips conectadas a la plataforma IoT (internet de las cosas) Interact.

Para el ejecutivo, los mismos principios aplican a la iluminación. "Las empresas que aún trabajan con iluminación desconectada, encuentran limitadas las funcionalidades y beneficios que brinda hoy en día la iluminación IoT, entre ellos un mayor ahorro energético, dado que el control de la iluminación permite optimizar su uso, una reducción en costos de mantenimiento, y la posibilidad de tomar decisiones para una mejor gestión de los activos e infraestructura edilicia, como por ejemplo conocer el nivel de ocupación de salas, sensado de temperatura, recorridos dentro de la oficina, entre otros", enumera.

Nacidas para la nube

Un fenómeno de estos tiempos es el de las empresas cloud native: organizaciones que nacieron cuando la nube ya era un commoditie y que no conciben su negocio de otra manera.

"En nuestro caso, la adopción de la nube es total, y los siguientes pasos tienen que ver con aumentar el grado de automatización de procesos internos y la integración de la plataforma con servicios cloud de terceros que potencien la oferta de valor", señala Juan Pablo Picasso, CIO de la plataforma de gestión de gastos corporativos Kuru. La empresa carece de infraestructura on premise, destina el 3,5% de sus gastos totales a servicios en la nube y todo su panorama tecnológico corre sobre la nube de AWS. "La política de inversiones está íntimamente relacionada a nuestro producto: trabajamos con foco en la eficiencia, dado que los servicios de nube, mal gestionados, pueden ser muy costosos", indica Picasso.

"Haber adoptado un enfoque cloud native desde el principio nos permitió alcanzar un nivel significativo de madurez en términos de adopción", coincide Alan Daitch, CEO de Tasa Tasa, plataforma digital que busca democratizar el acceso al crédito. "Utilizamos proveedores especializados que nos permiten implementar arquitecturas modernas basadas en microservicios y APIs, una estrategia que nos posicionó favorablemente y nos permite operar con mayor agilidad en el sector de créditos hipotecarios", agrega.

La compañía, que posee una arquitectura serverless que escala automáticamente en función de la demanda, está enfocada en dos desarrollos en la actualidad: un chatbot especializado en asistir a los usuarios y brindar orientación personalizada según cada perfil y un sistema propio de evaluación crediticia que permitirá a los usuarios obtener una precalificación más precisa antes de aplicar.

Procesos incompletos

Pero como ocurre siempre en la vida, no todo es color de rosa. Escasez de talento, presupuestos exiguos, resistencias internas o simplemente haber elegido el socio tecnológico inadecuado que impide alcanzar los verdaderos beneficios de la nube son algunos de los obstáculos que enfrentaron las empresas hace un lustro cuando comenzaron la adopción y que, en muchos casos, vuelven a enfrentar hoy de cara a la modernización.

Según Eduardo Laens, CEO de la consultora especializada en transformación Varegos, en el mercado local las empresas utilizan en promedio entre ocho y diez servicios de nube, considerando IaaS, PaaS y SaaS.

"A pesar de la creciente demanda, vemos que muchas organizaciones dan una batalla de modernización desorganizada: a menudo no hay una mirada unificada del criterio, con áreas que lideran en paralelo iniciativas similares, sin una metodología de gestión superior que las coordine", explica.

"Existen empresas que de forma consciente o inconsciente se enfrentan a un escenario de modernización incompleta, como seguir ejecutando arquitecturas heredadas en la nube sin explotar los beneficios de estar en cloud", coincide Ibáñez.

Para Moreira da Cruz, entre los desafíos que ralentizan la modernización de las infraestructuras se cuentan la migración lenta por complejidad técnica o miedo al cambio, la falta de automatización o una inversión insuficiente.

Para resolver estos desafíos, emergen conceptos como FinOps, automatización, orquestación y gobernanza. Adoptarlos es equivalente a comprar el ticket de éxito en las estrategias de nube.

¿Y esto cuánto me sale?

Es uno de los términos de moda: FinOps es un acrónimo de "finanzas" y "operaciones" y habla de los procedimientos, las estrategias y la colaboración entre los equipos financieros y tecnológicos para gestionar los costos de la nube de manera eficiente. En general, las empresas tienen poco control de los gastos en la nube: los usuarios no aprovechan las capacidades invertidas, se duplican servicios, se desperdician descuentos... FinOps viene a resolver todas estas cuestiones.

"El rendimiento financiero de la estructura de nube es fundamental: muchas veces la mejor solución técnica no es la mejor desde el punto de vista de costos", explica Andonegui.

"Las empresas tienen la mirada sobre tener los costos en la nube bajo control y poder proyectar los costos en el tiempo, compatibilizando la capacidad de innovación, pero sin sorpresas en cuanto a subidas imprevistas", dice Ibáñez.

"Las empresas entienden la necesidad de FinOps para gestionar eficientemente sus inversiones en nube, aunque muchas aún no logran implementarlo en sus prácticas cotidianas, limitándose a un control superficial de costos", dice Laens.

"Adecuar a las organizaciones dentro de un modelo de gobierno cloud hace necesario definir nuevos roles, procesos de autorización previo aprovisionamiento, alarmas de consumo, entre otras funciones", señala Heidy Bauer, gerente General de Sonda Argentina. "La buena noticia es que FinOps precisamente nos facilita el framework para que abordemos estos desafíos", afirma. Y recuerda que "la gestión financiera, la seguridad y el gobierno son uno de los retos principales cuando la empresas optamos por hacer uso de los servicios de nube pública". Durante los últimos siete años, la empresa desarrolló Sonda Hybrid, una plataforma para gestionar y controlar los gastos asociados con diferentes nubes públicas y plataformas on-premise.

A toda orquesta

Otro punto del que se hablará mucho en los próximos años es el de la orquestación: la automatización y la gestión de procesos complejos en la nube para optimizar recursos y garantizar la escalabilidad. Y, ligado a este, el de gobernanza: políticas y controles para gestionar riesgos, garantizar el cumplimiento de normativas y asegurar un uso transparente y responsable de la tecnología.

Esto es: cuantas más nubes se contraten y más servicios de nube se dispongan, mayor será la necesidad de mantener todo coordinado y ganar visibilidad de todo el panorama para optimizar la distribución de cargas de trabajo.

"La falta de una estrategia unificada hace que las empresas lidien con multiplicidad de herramientas y prácticas aisladas, perdiendo eficiencia y visibilidad sobre su operación tecnológica: falta un abordaje metodológico robusto y coordinado que permita aprovechar todo su potencial para la transformación digital real", afirma Laens.

"Muchas empresas tienen entornos híbridos o multicloud, sin una estrategia clara de control ni de gobernanza lo que lleva a un escenario complejo de falta de estandarización", afirma Ibáñez.

En la plataforma de Sonda, por ejemplo, el 87 por ciento de las acciones a realizar sobre algún componente tecnológico están configuradas para que sean atendidas con procesos orquestados, el 60 por ciento no requiere de intervención humana y sólo un 27 por ciento actúa con el comando de un profesional. "Este tipo de acciones dan como resultado que disminuye en un 80 por ciento el tiempo de atención de eventos que impactan directa o indirectamente al negocio y a sus usuarios", apunta Bauer.

Sensación de inseguridad

Por último, uno de los aspectos más importantes: la nube no es factible si no tiene detrás una estrategia de ciberseguridad sólida. Tessitore comparte un dato de IDC Argentina: sólo el 40 por ciento de las organizaciones argentinas tienen políticas robustas al respecto.

"Solía asumirse incorrectamente que la seguridad viene implícita con el proveedor, minimizando la gestión interna proactiva y transversal, pero es un espacio donde vemos un cambio muy positivo", aclara Bauer.

"Muchas empresas aún no logran superar la ‘sensación de materialidad' sobre sus activos, ni los desafíos que impone la seguridad de la información", define Gabriel Otero, fundador y CEO de Gosys, consultora tecnológica especializada en optimización de los procesos financieros. "La seguridad es el punto principal que hace dudar a muchas empresas, aunque en la mayoría de los casos puede ser más insegura su arquitectura on premise, en especial porque los principales proveedores de infraestructura cloud avanzaron mucho en las herramientas de auditoría, compliance y seguridad que proveen", concluye Otero.