Fuente: Archivo
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A partir de julio de 2025, los inmigrantes con residencia legal en Estados Unidos que no cumplan con lasnuevas normas migratoriaspodrían ser detenidos al reingresar al país, incluso si tienen la Green Card.
Las restricciones, impulsadas por el gobierno de Donald Trump, endurecen los controles fronterizos para quienes aún no han adquirido la ciudadanía americana.
La medida se oficializó con la proclamación presidencial del 4 de junio, y su implementación comenzó el 9 de ese mes. Desde entonces, los controles migratorios se volvieron más estrictos para losresidentes permanentes legales (LPR), especialmente si tienen antecedentes penales, viajes prolongados o si obtuvieron su residencia por asilo.
¿Cuándo pueden detener a un inmigrante con residencia permanente?
Aunque los titulares de Green Card no están afectados por las suspensiones de visas, pueden ser interrogados o detenidos temporalmente si incurren en alguna de las siguientes situaciones:
Haber salido del país por más de 180 días, lo que podría interpretarse como abandono de residencia.
Tener antecedentes penales relacionados con fraude, violencia o delitos graves.
Haber obtenido la residencia por asilo y luego viajar al país del que dijeron huir, lo que puede considerarse una contradicción y derivar en revocación de la residencia.
No portar documentación válida al momento del ingreso: Green Card vencida o pasaporte expirado.
Presentar información falsa o evasiva durante el control migratorio.
Estos factores pueden activar una alerta migratoria, derivando en detención temporal, revisión adicional o incluso inicio de un proceso de revocación de la residencia.
¿Qué recomienda el Gobierno a los residentes legales que viajan?
Para evitar problemas al reingresar a Estados Unidos, los expertos sugieren a los residentes permanentes sin ciudadanía:
No permanecer fuera del país más de seis meses.
Llevar siempre la tarjeta de residencia vigente o un permiso de reentrada si prevén ausencias prolongadas.
Evitar viajes al país del que solicitaron asilo.
Portar pasaporte vigente y prueba clara del motivo del viaje.
Declarar con precisión todo ingreso de dinero superior a $10,000 dólares.
No brindar respuestas evasivas o contradictorias en frontera.
