Una investigación científica reveló el impacto positivo de tomar vitamina D durante el embarazo
Un estudio reciente destaca la importancia de la vitamina D durante el embarazo para la salud de las futuras generaciones.
Una investigación científica reveló el impacto positivo de tomar vitamina D durante el embarazo.
Según un estudio de la Universidad de Southampton, se pudo demostrar que esta vitamina juega un papel crucial en la salud del bebé.
Los resultados sugieren que consumir cantidades adecuadas de esta vitamina durante el embarazo podría ayudar a que los hijos desarrollen huesos más fuertes a lo largo de su vida.
¿Cómo impacta tomar vitamina D durante el embarazo?
El estudio de la Universidad de Southampton resalta que tomar suplementos de vitamina D durante el embarazo tiene un efecto positivo en la salud ósea de los hijos.
Los niños cuyas madres recibieron estos suplementos mostraron huesos más fuertes y densos a los 7 años, en comparación con los de madres que no los tomaron.
Este beneficio podría perdurar a lo largo de la vida, lo que reduciría el riesgo de padecer problemas como osteoporosis o fracturas en la adultez, según Healthday Spanish.
La vitamina D es esencial para regular los niveles de calcio y fosfato en el cuerpo, dos minerales clave para la salud ósea. Según la Dra. Rebecca Moon, líder del estudio, esta intervención temprana se presenta como una importante estrategia de salud pública.
Además, investigaciones previas de su equipo sugieren que la vitamina D también podría reducir el riesgo de eczema y complicaciones en el parto.
¿Cómo incorporar la vitamina D durante el embarazo?
Mantener niveles adecuados de vitamina D durante el embarazo es esencial para el bienestar tanto de la madre como del bebé. Algunas formas de incorporar vitamina D durante el embarazo incluyen:
- Exposición al sol: pasar al menos 15 minutos al sol, especialmente en las primeras horas del día, para facilitar la producción de vitamina D.
- Alimentos ricos en vitamina D: consumir alimentos como pescados grasos, yema de huevo, hígado y productos fortificados como leche y cereales.
- Suplementos: consultar con un médico para determinar la dosis adecuada de suplementos de vitamina D, especialmente si no se logran suficientes niveles a través de la dieta o la exposición solar.
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