En el siglo XIX todos los jabones eran amarillos. Pero Burdett Jay Johnson quería destacarse en el negocio. Para eso, experimentó con varios ingredientes hasta que consiguió un producto que se destacaba por su calidad pero también por su color.
Burdett se trasladó de Búfalo, en el estado de Nueva York, a Milwaukee, Wisconsin para establecer su propia empresa, JB Johnson Soup Company.
En 1988 Burdett presenta la nueva marca de la firma: Palmolive. El nombre estaba ligado directamente a sus componentes: Aceite de palma y oliva y manteca de cacao. La mezcla de ingredientes le daba al jabón un color verde, que era toda una novedad en el mercado.













