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La láctea Verónica activó un plan de contingencia para salvar la producción que está en sus valores mínimos históricos. Tras más de 15 días de parate, la empresa presentó un cronograma de pago para desactivar el conflicto que frenó el funcionamiento de las tres plantas que posee la compañía en Santa Fe. El objetivo es no perder presencia en las góndolas.
"Todas las plantas están funcionando desde ayer a la tarde", explicaron fuentes de la empresa. Sin embargo, las fábricas están trabajando de forma parcial. "Están operando solo cuatro horas por día hasta el viernes, plazo en que la compañía se comprometió a terminar de abonar los salarios de abril", contó una fuente de la planta Clason.
Sucede que, la empresa solamente abonó el 52% del salario correspondiente a abril, razón por la cual sus operarios iniciaron un procedimiento de "retención de crédito laboral" a mediados de mayo.
Verónica posee tres plantas elaboradoras, todas en la provincia de Santa Fe: Larclass, en la localidad de Clason (a 82 km de Rosario). La segunda planta procesadora está en la localidad de Lehmann (24 km al norte de Rafaela) y la tercera fábrica ubicada en Suardi (374 km al noroeste de Rosario).
Además, la láctea tiene depósitos en Rosario, Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y Cipoletti (Rio Negro). "El stock está al límite porque hace 15 días que no se produce. Los tambos de leche se derivan a otras compañías", dijo una fuente cercana a la empresa.

Antes del freno, Verónica estaba procesando menos de 200.000 litros diarios, una cifra que representa el 20% de su capacidad. En pandemia llegó a elaborar más de 1 millón de litros de leche.
Una pata fundamental del negocio de Verónica es la venta al exterior de lácteos. Entre enero 2020 y abril 2025 la empresa exportó por más de u$s 102 millones.
En el primer cuatrimestre de 2025 las exportaciones sumaron un total de u$s 3,8 millones, algo menos que en el mismo período de 2024 pero más del triple que 2023. El destino principal de las exportaciones desde 2020 es Argelia con el 72% del mercado. Mientras que la leche entera en polvo es el producto que explica el 95% del total exportado de los últimos cinco años.
Un conflicto de años
Verónica fue fundada en 1923, elabora leche larga vida y en polvo, leche chocolatada, crema, manteca, dulce de leche, quesos crema y untables y quesos de pasta blanda, semidura y dura.
La situación crítica no es nueva. La crisis de Verónica comenzó en 2017 y tras la muerte del fundador de la empresa, Francisco Gonzalo Espiñeira, se profundizó. En 2020, en la pandemia, la firma llegó a procesar un millón de litros diarios de leche y logró ponerse al día con los sueldos, pero luego volvió el conflicto
A esto se suma el endurecimiento de los tambos remitentes, que enfrentan serias demoras en los pagos. Mientras el plazo habitual de cobro era de 45 días, ahora la compañía dilata los pagos por la leche cruda a más de 90 días. En paralelo, se acumulan cheques rechazados que, según estimaciones privadas, rondan los $800 millones.
Como si fuera poco, la empresa sobresalió durante el Gobierno de Mauricio Macri, por estar en la lista de empresarios que se ampararon en blanqueo de activos. Este proceso incluyó la regularización de bienes en el exterior y el pago de una multa millonaria que rondó los $63 millones.














