

Gilles Lalay, un piloto francés fallecido en un accidente en 1992, fue quien le dio a Honda la última victoria de una etapa en un Dakar, en 1989, cuando el corredor de 26 años ganó la prueba entre Tabacounda y Saint Louis, en frica.
Pasaron 25 años, 15 de los cuales Honda dejó de tener equipos oficiales en la competencia, para que la firma japonesa vuelva al ruedo con muy buenos resultados.
El catalán Joan Barreda se encuentra segundo en la clasificación general en la categoría más popular del Dakar, la de las motos.
Esta posición de privilegio tiene que ver con que las motos tienen una proyección comercial que resulta muy significativa, ya que existen menos diferencias entre el vehículo que compite y el que luego se exhibe en una concesionaria, algo muy representativo para los interesados en comprar uno de estos vehículos.
Federico Vahle, gerente de Ventas y Marketing de la división Motocicletas de Honda Motor de Argentina, y Manager del Honda Argentina Rally Team, reconoció a El Cronista que durante los próximos meses este modelo saldrá a la venta.
Si bien todavía no hay un precio definido, en el mercado estiman que costará cerca de 190.000 dólares.
Con esto, Honda desafiará el liderazgo a nivel mundial que en el segmento tienen los austríacos de KTM. A nivel nacional el objetivo de la firma japonesa es afianzar el liderazgo de la marca en el segmento de motos off road en el país.
Vahle adelantó que el modelo se lanzará a mediados de este año, y que los corredores que quieran participar de la próxima edición del Dakar, y que utilicen esa moto en la competencia, no deberán realizar ninguna modificación ni adaptación especial. "Es una moto que cualquier piloto profesional o corredor puede manejar sin hacerle ninguna modificación", explicó.
El secreto del retorno al éxito en la categoría está en la fuerte inversión en desarrollo tecnológico que desplegó la automotriz japonesa para el Dakar 2014, con un desembolso de u$s 250.000 por cada uno de los ocho prototipos del modelo CFR 450 Rally que la firma colocó en el certamen, y que desarrolló completamente en función de las demandas de la edición anterior de la carrera.
El Rally Dakar es, además de una de las competencias más duras y exigentes del mundo, un escenario en el que las automotrices ponen a prueba los vehículos que desarrollan con fines deportivos y buscan posicionar esos modelos para el mercado.
Vahle también indicó a este medio que las empresas que compiten con equipos oficiales en el Dakar lo hacen con el objetivo de desarrollar nueva tecnología, probar nuevos prototipos, para luego aplicarlos a todos sus productos.
"Lo que se desarrolla y prueba en el Dakar no va solamente a los productos de alta gama, como la moto que se usó en la competencia, sino que sirve para otros modelos que no son para competencia profesional sino con fines recreativos", indicó el manager del Honda Rally Team, uno de los dos equipos oficiales de filiales argentinas que apostaron por corredores nacionales.













