

En un contexto en el que el Gobierno busca acelerar su agenda económica y política, Diego Santilli, el recientemente nombrado ministro del Interior, trazó un panorama más amplio sobre las reformas previstas para 2026, los acuerdos que el Poder Ejecutivo considera indispensables y el vínculo con los distintos actores que deberán acompañar los cambios. El funcionario planteó que se trata de un año clave para ordenar variables, consolidar el equilibrio fiscal y sentar las bases para alcanzar un crecimiento sostenido.
Santilli sostuvo que el presidente Javier Milei “fue claro” al marcar la hoja de ruta para el próximo año. Entre los puntos centrales mencionó un Presupuesto con lineamientos “básicos y claros”, equilibrio fiscal y superávit como condiciones previas para encarar transformaciones estructurales que —según dijo— llevan años demoradas.
Con el Poder Legislativo como terreno clave, el ministro afirmó el Congreso que quedó “muy equilibrado” y que el oficialismo está “muy cerca del quórum” para avanzar con el paquete de reformas. Señaló que hay bloques que “acompañan” y que muestran voluntad de “sacar adelante al país”, incluso en temas que generan tensión dentro de las bancadas provinciales. Dijo además que el desafío será articular mayorías específicas para cada capítulo, algo que considera posible si se mantiene el diálogo técnico.
También repasó las reuniones que mantuvo con gobernadores en los últimos días. Señaló que en la mayoría observa “un espíritu de reforma” y enumeró los temas que, según él, forman parte de una agenda compartida: modernización laboral, baja de impuestos, un nuevo Código Penal y la necesidad de que la Argentina cuente con un Presupuesto aprobado antes de fin de año. En este sentido, aseguró que continuará recorriendo las provincias “para lograr un acuerdo” y que busca instalar una dinámica de trabajo permanente con los equipos técnicos locales.
Presión fiscal
En relación con los pedidos del sector privado, reconoció que la presión fiscal es “asfixiante” y remarcó que ningún cambio será sostenible si no se aplica de manera simultánea en los tres niveles del Estado: nación, provincias y municipios. “No se puede negar que la carga impositiva es insostenible. Tenemos que seguir bajando impuestos. Hay disparates que hay que abordar y el Presidente no le escapa a eso”, afirmó, al mencionar reclamos vinculados con tributos distorsivos, tasas municipales y regímenes que —dijo— desalientan la contratación.
Respecto de su relación con Axel Kicillof, aseguró que el Gobierno prioriza a los mandatarios que participaron del Consejo de Mayo. “Después vamos a sentarnos con el resto, pero tenemos que ser coherentes: no se puede pedir diálogo y no ir al Pacto de Mayo por desinterés. Diálogo para subir impuestos o para subirle impuestos a las pymes no vamos a tener”, expresó. También destacó que la coordinación con los gobernadores será determinante para “evitar volantazos” y para que las reformas tengan aplicación efectiva.
Además, habló sobre la mesa con los gremios para discutir la reforma laboral. Anticipó que en los próximos días abrirán el debate para alcanzar “un acuerdo que les sirva a los argentinos” y afirmó que el objetivo es “retomar el crecimiento del empleo formal” después de más de una década sin creación neta de puestos privados. Según Santilli, el Gobierno quiere avanzar en regulaciones que acompañen nuevas modalidades de trabajo y que reduzcan la litigiosidad.
También envió un mensaje al sector privado: “La Argentina va a crecer parejo en todos los sectores. El Presidente ha logrado una estabilidad única. Vamos a avanzar con una primera tanda de reformas para equilibrar la cancha y que a partir de ahí cada uno compita, desarrolle y crezca”. Proyectó un crecimiento de entre cinco y seis puntos para 2026 y señaló que, si ese escenario se concreta, habrá “mejores salarios y menos inflación”.













