Después de un mercado automotor que desaceleró fuerte en el último trimestre, la industria automotriz apuesta a retomar impulso en sus ventas para este año, con una proyección de crecimiento del 5%, para superar las 400.000 unidades comercializadas. En tal sentido, las terminales pisan el acelerador para encaminarse hacia ese objetivo. Por caso, Renault. La francesa lanzó un paquete de bonificaciones y financiación para apalancar las ventas de sus vehículos de producción nacional.

Para los modelos Logan, Sandero y Stepway, el rombo ofrece una financiación de hasta el 70% en cuotas fijas, con tasa del 24,9% en 36 meses. Según la guía oficial de precios de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), las distintas versiones del Logan oscilan entre los $ 2,13 millones y los $ 2,39 millones; la gama Sandero va de $ 2,21 millones a $ 2,64 millones; y la Stepway, de $ 2,87 millones a $ 2,97 millones.

En tanto, para Alaskan, la pick-up que la francesa produce en su planta de Santa Isabel, Córdoba, la bonificación es de hasta $ 250.000. Además, tiene una financiación de hasta $ 1,7 millones, con una tasa del 8,9% a 18 meses. Este producto cuesta entre $ 4,28 millones y $ 7,24 millones, según Acara.

Por su parte, el utilitario Kangoo, también fabricado en el país, cuenta con una financiación de 18 meses, a una tasa del 14,9%. Sus precios, también de acuerdo a la guía oficial de la cámara de los concesionarios, oscila entre $ 2,97 milones y $ 3,1 millones.

El año pasado, se vendieron 35.355 unidades de Renault, equivalentes al 9,9% de los 381.777 patentamientos que hubo en el año, indican las estadísticas de Acara. El volumen fue 17,5% inferior al de 2020 y le valió resignar su lugar entre las tres marcas más vendidas.

De los nacionales, su modelo más vendido fue el Kangoo, con 8429 matriculaciones, 12,8% más que en el año previo. El segundo fue el Sandero, con 8130 (5,2% menos). El Logan retrocedió 9,1%, a 4078 ventas al público. En tanto, la Alaskan, cuyo lanzamiento comercial fue a fines de octubre de 2020, registró 4078 entregas en su primer año completo de comercialización.

Renault fue de las marcas que más sufrieron las restricciones a la importación, que hicieron se limitara la oferta de vehículos importados, principalmente, de Brasil. El año pasado, los patentamientos de autos nacionales crecieron más de 50%, hasta alcanzar aproximadamente la mitad del mercado, según datos de Acara. Una participación inédita, dado que, por caso, en 2019, los importados llegaron a representar el 71% de los patentamientos. El cepo, y sus consecuencias en la balanza comercial de cada automotriz, llevaron a que, en septiembre, el rombo decidiera dejar de vender en el país el compacto Kwid, fabricado en Brasil y su vehículo de entrada de gama (es decir, menor precio) en toda la región.