

Mientras espera la apertura del procedimiento preventivo de crisis (PPC), la láctea Verónica ya negocia con sus trabajadores las condiciones para el próximo año de trabajo. De aprobarse esta herramienta que expide la Secretaría de Trabajo, la empresa podría desvincular al 30% de su personal, reducir los sueldos y finalizar el convenio colectivo de trabajo.
Si bien semanas atrás trascendió que Verónica había negociado una posible venta con la francesa Savencia, dueña de etiquetas como Milkaut e Ilolay, la empresa basada en Santa Fe negó estar actualmente en busca de un inversor.
Por el contrario, fuentes cercanas a la compañía aseguraron que, hoy, el foco de Verónica está puesto en el plan de reestructuración que la misma empresa presentó ante la Secretaría de Trabajo cuando solicitó -sin éxito- la apertura de su PPC. Mientras que el gremio lácteo (Atilra) lo rechazó, el organismo oficial le había solicitado más documentación para sustentar el pedido.
Ahora, fuentes que conocen de cerca el caso aseguran que podría haber novedades en esta materia entre lunes y martes. Verónica proyecta despedir al 30% de su personal mediante el artículo 247 (50% de indemnización) y cobrada en seis cuotas, la caída del Convenio Colectivo de Trabajo 2/88 que habilitaría una reducción salarial del 50%, suspensiones aleatorias semanalmente y no ajustarse a la recomposición salarial por el plazo de 12 meses.
La empresa aseguró que "la crisis que atraviesa está relacionada de manera directa con lo que ocurre en el sector lácteo en Argentina". Enumeró, en primer lugar, la caída en la producción, que totalizó un 7% en 2024. Le sigue el descenso en el consumo, con una baja del 9,7% en el mercado interno en 2024, un aumento de costos causado por el contexto inflacionario de los últimos 10 años y una cadena de valor poco competitiva y concentración del mercado. "Esto se ve potenciado por la imposibilidad de acceder a financiamiento a tasas razonables de interés", informó la compañía en un comunicado.
Verónica llegó a estar en el top tres de las lácteas más conocidas del país. Sin embargo, inmersa en una fuerte crisis desde principio de año está actualmente operando con niveles marginales. Esta actividad casi nula hizo que la empresa aún les deba a sus empleados tanto los sueldos de julio, como el aguinaldo.
"Verónica pasó de producir 800.000 litros diarios a solamente 300.000, lo que generó una importante capacidad ociosa que impacta de manera directa en las finanzas de la empresa. Esta situación la llevó a vender su inmueble central y a tomar decisiones drásticas sobre su estructura, razón por la que sus autoridades presentaron una acción para sostener la operación y evitar su cierre", aclaró el escrito de la empresa.
De acuerdo con los registros actualizados del Banco Central (BCRA), la empresa acumula cheques rechazados por más de $ 7600 millones, un indicador claro de la delicada situación financiera que atraviesa.
Y, aunque la exportación de productos lácteos representaba una de las principales fuentes de ingresos para la compañía, ya que, entre enero de 2020 y abril de 2025, concretó ventas al exterior por más de u$s 102 millones, en el primer cuatrimestre de 2025, los envíos al exterior -sobre todo, de leche en polvo- alcanzaron los u$s 3,8 millones.














