Creció 23,6%Exclusivo Members

Entre falta de dólares e insumos, la producción de autos cerró 2022 con 537.000 unidades

En 2022, la producción de autos tuvo su mejor año desde 2014 a pesar de los problemas que padeció por el cepo. Brasil lideró los mercados de exportación. Cuáles son las proyecciones para 2023, el año en el que el sector apuntaba a fabricar 1 millón de unidades. Los planes, empresa por empresa

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En 2022, la producción de autos fue de 536.893 vehículos, entre automóviles de pasajeros y comerciales livianos, difundió la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). Fue un crecimiento del 23,6% contra los volúmenes de 2021, logro que la industria automotriz consiguió entre la falta de dólares e insumos -principalmente, por el cepo- que signó su actividad durante el año pasado.

Fue el mejor año del sector desde 2014, cuando se produjeron 617.329 unidades, por encima de las 526.657 de 2015. La industria, que había tenido su record en 2011 (828.771 vehículos), había caído a 314.787 en 2019, jaqueada por la crisis financiera del Gobierno de Macri y, en particular, el freno en la demanda de vehículos de Brasil. En 2020, se desplomó a 257.187 por la pandemia, por debajo de los niveles de 2004. En 2021, se recuperó a 434.753 unidades.

"Aún frente al desafiante contexto internacional en materia de abastecimiento de semiconductores y logística sumada a la coyuntura local, los volúmenes de producción y exportación registraron un significativo crecimiento interanual", destacó Martín Galdeano, CEO de Ford Argentina y presidente de la cámara que nuclea a las automotrices radicadas en el país.

"Esto es un reflejo del compromiso y trabajo conjunto que asumimos la cadena de valor y el Gobierno para encontrar soluciones operativas que priorizaran la producción y la exportación", valoró.

La referencia fue a la dificultades que padeció el sector a lo largo del año. La primera luz de alarma roja se encendió a inicios de mayo, cuando AFAC, la asociación de autopartistas, le advirtió al Banco Central que la mayoría de sus afiliadas ya había agotado, o estaba al límite, el cupo de dólares disponible para todo el año.

Eso insumió más de un mes de gestión, hasta que las terminales consensuaron una solución con el Gobierno. Por un lado, resignaron dólares destinados a la importación de vehículos para cederle cupo a sus proveedores e, incluso, proveedores de sus proveedores, en algunos casos. Por otro, el Gobierno priorizó la habilitación de divisas -y pagos en el exterior- de los insumos destinados a la producción para exportación, el principal negocio de las automotrices locales (60% de lo que fabricaron en 2022). 

Esto incidió en la limitación de crecimiento del mercado local, con una oferta ya restringida por la falta de vehículos importados que, en menor medida, también afecto a los nacionales. De hecho, la semana pasada, tras anunciar que en 2022 los patentamientos crecieron 6,8%, a 407.522 unidades, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) reconoció que hacían falta, por lo menos, 100.000 autos más para satisfacer el nivel de demanda que registró el año.

Los efectos del cepo añadieron dificultad a la complejidad logística global que afrontó el sector el año pasado. La escasez mundial de semiconductores hizo que las casas matrices racionalizaran entre sus filiales la entrega de ese componente, clave en la industria automotriz moderna. Por ello, fueron varias las terminales domésticas que tuvieron suspensiones momentáneas por falta de chips. O llenaron sus playones con unidades sin terminar, por la falta de ese insumo.

Otro desafío fue el estrés de las cadenas globales de abastecimiento, con poca disponibilidad de fletes marítimos y costos logísticos hasta triplicados pospandemia, que llevó a que, en 2022, la mayoría de las automotrices recurriera al avión como recurso para poder contar con sus insumos.

La otra luz de alerta roja se encendió a fines de septiembre. Después de cinco meses de conflicto gremial, las fábricas de neumáticos paralizaron su producción, lo que forzó a dos de las mayores automotrices -Ford y Toyota- a también bajar sus palancas durante, prácticamente, una semana, a un costo diario de más de 1000 unidades y u$s 20 millones cada 24 horas de exportaciones perdidas

Lo mismo, y por idéntico motivo, le había ocurrido en junio a Renault y Nissan, en Córdoba. Durante todo el tiempo que se desarrolló la puja entre el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) y las empresas Fate, Bridgestone y Pirelli, ninguna automotriz pudo planificar producción más allá de 48 horas.

Brasil, el mayor destino de las exportaciones

Aun así, la industria pudo acompañar su creciente demanda externa. En 2022, exportó 322.286 vehículos, un 24,3% más que en 2021. El principal destino fue Brasil, con una participación del 62,8%. América Central, en su conjunto, demandó el 10%. Los siguientes mercados por relevancia fueron Colombia (6,3%), Chile (6,2%) y Perú (5,5%).

En tanto, las entregas al mercado interno ascendieron a 376.257 unidades. Fue un 12,5% por encima de las ventas mayoristas -es decir, de fábricas a concesionarios- registradas el año anterior.

Con sólo 15 días de actividad -tres menos que en el mismo mes de 2021, producto de paradas de plantas por vacaciones, en diciembre, la actividad desaceleró. La producción fue de 37.119 vehículos, 30,5% menos que en noviembre y 6,9% por debajo de diciembre de 2021. Sin embargo, el volumen diario representó un crecimiento interanual del 30,5%, destacó Adefa. 

Las exportaciones del mes, 22.605 unidades, cayeron 27,9% contra el mes anterior y crecieron 15,2% contra diciembre del año previo. La desaceleración mensual de ventas al mercado interno fue del 4,8%, a 33.517 entregas, un 2,4% más que un año antes.

En cuanto a qué ocurrirá en 2023, Galdeano explicó: "Es prematuro dar una proyección anual; aguardamos al desarrollo del primer trimestre para compartir estimaciones".

"No obstante, podemos decir que esperamos que 2022 se posicione como el piso para el nivel de nuestras operaciones", aclaró. Fundamentó esa expectativa en los planes adelantados por las terminales para aumentar la producción por mayor demanda externa. "Esa expectativa industrial y comercial viene acompañada por los planes de inversión que se anunciaron en los últimos 24 meses y superan los u$s 1400 millones", indició, en relación a los desembolsos informados para el período 2020-2022.

El volumen, no obstante, distará todavía del millón de unidades proyectado en el plan sectorial que se había lanzado en 2017, que pronosticó alcanzar ese volumen de producción en 2023. Ese plan, bautizado "Plan 1 Millón", se fundaba en inversiones ejecutadas por u$s 5000 millones entre 2017 y 2019. En ese entonces, las automotrices locales venían de fabricar 472.776 vehículos en 2016 y terminaron con 473.408 en 2017, su pico de producción durante el Gobierno anterior.

Empresa por empresa

Por lo pronto, Ford tiene como meta iniciar en algún momento de este año la producción de la nueva pick-up Ranger, un proyecto de u$s 580 millones, el más importante desde que el óvalo inauguró su planta de Pacheco, en 1961. Proyecta superar este año las 48.000 unidades fabricadas en 2022. El target de producción de la nueva Ranger es de 60.000 por año. 

General Motors tendrá su primer año completo de producción del segundo modelo de su fábrica de General Alvear, el SUV Tracker, tras una inversión de u$s 300 millones. 

Stellantis, que exportó más de la mitad de los 152.500 vehículos que hizo entre Córdoba (Fiat) y Palomar (Peugeot-Citroën), quiere crecer este año 25%, a 100.000 despachos, en sus ventas externas de Cronos y 208

La proyección conservadora de Volkswagen es de 74.000 unidades entre Taos y Amarok, desde las 71.000 fabricadas el año pasado en Pacheco. 

Mercedes-Benz apunta a mejorar las 18.000 unidades de Sprinter que hizo el año pasado en su complejo Juan Manuel Fangio, de La Matanza.

Renault, que saltó a un segundo turno de producción en julio, redondeó 80.000 unidades en su planta de Santa Isabel, de las cuales 50.000 fueron de la marca del rombo (Alaskan, Kangoo, Sandero y Logan) y 30.000 de Frontier, la pick-up de su aliada japonesa Nissan. El objetivo de máxima para 2023 son 100.000 unidades; la mitad, del modelo del constructor asiático.

Veinte días atrás, Toyota anunció una inversión de u$s 60 millones para saltar a un tercer turno este mes en su fábrica de Zárate, donde hace la pick-up Hilux y el SUV SW4. Proyecta para este año 182.000 unidades, contra 167.000 que había planificado para el año pasado.

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