

En un contexto en el que el consumo no repunta, las próximas elecciones agregan más incertidumbre al escenario macroeconómico y no existen incentivos para la contratación de personal, las empresas no se apresuran a tomar decisiones de contratación. Esto genera que las expectativas de empleo en la Argentina sean las más bajas de la región.
Según el último relevamiento de ManpowerGroup en el que analiza las proyecciones de empleo de cara al último trimestre del año, la expectativa neta de empleo (ENE) para el período entre octubre y diciembre es del 5%. Este índice, aclaró el estudio, está "ajustado por estacionalidad, por lo que el valor se mantiene sin cambios respecto al trimestre anterior, y refleja un incremento de un punto porcentual en la comparación interanual".
Este indicador es el resultado de la diferencia entre aquellas empresas que sumarán empleados (27%) y las que reducirán sus dotaciones (24%). "La buena noticia es que no es negativo; pero es un número bajo y demuestra que no hay crecimiento de empleo", dijo a El CronistaLuis Guastini, CEO de ManpowerGroup.
El restante 45% de las empresas espera no realizar cambios en sus dotaciones, mientras que el 4% no sabe si hará alguna modificación en el período consultado.
Las expectativas que releva este informe se mantienen, según Guastini, "amesetadas desde principios de 2024. Tendríamos que irnos a principios de 2022 para ver un pico con un número más alto", comparó.
El ejecutivo aclaró, no obstante, que son varias las razones por las cuales el empleo no tiene proyecciones de crecimiento en la Argentina. Algunas de ellas, son temporales y pasajeras, como las elecciones de medio término, que no suman estabilidad al contexto, mientras que, otras, son históricas y, hasta el momento, no tienen solución a la vista.
"Estamos en un año electoral y todas esas situaciones influyen. El empresariado suele ser más cauto en estos contextos a la hora de tomar decisiones", aclaró Guastini.
En seis de las nueve actividades económicas relevadas, los empleadores esperan incrementar sus nóminas durante el cuarto trimestre de 2025. El sector de tecnología de la información lidera las intenciones de contratación, con una ENE de 18%, seguido por finanzas y real estate, con una ENE de 13%. Por el contrario, el rubro de servicios de comunicación reporta las expectativas de contratación más débiles, con una ENE negativa de 17 por ciento.

"La encuesta se realizó en julio, cuando había un fuerte crecimiento de créditos hipotecarios. Esto aparejó también un récord en escrituras. Si bien ahora bajó la actividad por la suba de tasas, la actividad de real estate no está en la misma situación que antes. Por el contrario, tiene su contracara en la construcción, que está muy parada", analizó Guastini.
A diferencia del tercer trimestre de 2025, las expectativas de contratación aumentaron en seis de los nueve sectores industriales relevados. Además de tecnología de la información, se sumó la categoría de bienes y servicios de consumo, con un incremento de 12 puntos porcentuales.
"Es algo que vemos en determinados sectores; sobre todo, autos o bienes durables que tuvieron una recuperación más rápida por la aparición de los préstamos", aclaró.
Sin embargo, reconoció que hubo un fuerte cambio en el sector de consumo masivo. "Veníamos de muchos meses de altísima inflación. Eso hacía que el consumidor fuera muy rápido a comprar y a stockearse para que no se diluyera su poder adquisitivo. Pero, ahora, cambió el escenario a uno con más estabilidad, pero con un ingreso relativo más bajo; entonces, eso hace que el consumidor, a la hora de tomar una decisión, elija regular sus gastos, en lugar de ir al supermercado el primer día del mes y comprarse todo", expuso el ejecutivo.
Aclaró, también, que los grandes ganadores de este cambio en el comportamiento de los consumidores fueron las tiendas de conveniencia, ya que, ahora, "no se compra en cantidad".
"Cuando analizamos las expectativas por tamaño de empresa, vemos que las grandes y medianas tienen una cautela importante y las que están traccionando mejor el número son las microempresas. Cuando se analizan las decisiones de contratación en las empresas grandes, se toman con mucha cautela y son muy planificadas", sostuvo. Y añadió: "Desde el punto de vista administrativo, además, el costo de contratación es muy alto y la administración del personal es cara. Además, si las empresas no están seguras de que va a haber un crecimiento sostenido de la actividad, el costo de salida es muy caro también.Si hay dudas, prefieren hacer horas extra que incorporar empleados".
En este sentido, Guastini insistió en la necesidad de tener un marco regulatorio actualizado a las realidades del mercado laboral argentino, así como también un incentivo al empleo que funcione si no hay actividad económica en crecimiento. "Faltan medidas más profundas y estructurales; no solamente en términos laborales, sino tributarios. Estamos con un esquema laboral muy complejo y eso se nota y pesa mucho", finalizó.
Según el informe, los doce países de la región relevados esperan aumentos en sus expectativas de contratación para el cuarto trimestre de 2025. Brasil revela las intenciones de contratación más altas de la región con una ENE de 36%, seguido por Costa Rica (35%), Guatemala (28%) y los Estados Unidos (28%). Por el contrario, la Argentina es el país que arroja las expectativas más débiles de la región (5%), seguido por Chile (21%), Colombia y Puerto Rico, ambos con una ENE de 16 por ciento. A nivel mundial, los empleadores proyectan aumentar sus nóminas en los 42 países y territorios encuestados por la compañía para el estudio.













