Edesur en venta: la dueña de la eléctrica quiere irse de la Argentina y le puso cartel a sus activos locales
La italiana Enel se desprenderá de la distribuidora en el país, misma decisión que tomó en Perú. Cederá las operaciones para reducir su nivel de deuda y concentrar su negocio en sus seis mercados principales
La compañía eléctrica italiana Ente Nazionale per l'energia Elettrica (Enel), dueña de Edesur, anunció que venderá la operación local de la distribuidora, que atiende a 2,5 millones de usuarios en la Ciudad de Buenos Aires y el sur del conurbano bonaerense.
La empresa controlada por el Estado italiano busca desprenderse de activos a nivel global por 21.000 millones de euros, con el objetivo de reducir su nivel de deuda neta. En ese sentido, el plan de retiro incluye también la salida de Perú y Rumania, como así también al estado de Ceará (Brasil), aunque conservará su presencia en ese país. Se espera que la mayor parte de esta estrategia se implemente a fines de 2023.
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Así lo dio a conocer esta madrugada en una reunión que desarrolló con los mercados financieros y la prensa, donde anticipó la decisión y su plan de crecimiento trazado de cara a 2023, en un contexto internacional de reconversión y suba de costos, y un escenario local de retraso de los precios por el congelamiento de las tarifas.
El año pasado, habían trascendido rumores sobre una posible venta de Edesur. En ese momento, desde la compañía le confirmaron a El Cronista que los actuales dueños mantendrían su participación en la distribuidora hasta luego de 2022, cuando deberían poner a disposición sus acciones en una licitación pública internacional.
Como parte de esta desinversión, Enel ya completó en octubre la venta de todos sus activos de generación de electricidad en Rusia, que incluyen aproximadamente 5,6 gigavatios (GW) de capacidad convencional y unos 300 megavatios (MW) de capacidad eólica en diferentes etapas de desarrollo.
La decisión de Enel de vender edesur
De esa manera, el grupo europeo concentrará el negocio en sus seis mercados principales: en los próximos tres años, prevé invertir alrededor de 37.000 millones de euros en Italia, España, los Estados Unidos, Chile, Colombia y Brasil, donde dejará de lado Ceará para enfocarse en grandes ciudades, como Río de Janeiro y San Pablo. También apunta a sumar mercados, como Australia y Grecia.
Al respecto, Francesco Starace, CEO y gerente general de Enel, explicó: "En los próximos tres años, nos enfocaremos en modelos comerciales integrados, conocimientos digitales y geografías que pueden agregar valor a pesar del desafiante escenario actual, adoptando una estructura eficiente e índices financieros más sólidos. Esto aumentará nuestra resiliencia ante posibles turbulencias continuas en el futuro y nos posicionará hacia un mayor crecimiento, beneficiando a nuestras partes interesadas y acelerando la independencia energética en los países centrales".
También confirmó su intención de disminuir emisiones de carbono para 2040, con la transición en el uso de combustibles fósiles a energías renovables. "La sustentabilidad, integrada en nuestras decisiones, continúa siendo la base de la estrategia, para aprovechar la aceleración de la electrificación en todas las economías", agregó el ejecutivo, y resaltó que, desde principios de la década, el grupo se centró cada vez más en la electrificación sostenible.
La decisión de vender Edesur se enmarca en un escenario desafiante. Desde el inicio de la pandemia, el sector se vio afectado por el efecto del Covid-19. A eso, se le sumaron conflictos geopolíticos y fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático. De acuerdo a Enel, "aumentó la necesidad de una transición energética acelerada, junto con el rediseño y reequilibrio de las cadenas de suministro globales".
Asimismo, para la compañía, "el contexto muestra que es necesario alcanzar algunos objetivos": asequibilidad, lo que implica suministros a precios razonables estables a largo plazo; seguridad, lo que demanda la provisión con exposición limitada a tensiones geopolíticas; y sostenibilidad, lo que significa una entrega sin impacto en los ecosistemas.
Enel tomó control de Edesur en 2009. Hasta entonces, la eléctrica era manejada por la española Endesa. En la Argentina, la italiana también es propietaria de centrales térmicas a gas, como Costanera y Dock Sud, y de la hidroeléctrica El Chocón. Además, posee las líneas de transmisión CTM y TESA, que conectan los sistemas de energía eléctrica del noreste argentino con Brasil, y Yacylec, transportadora de la energía de Yacyretá.
El plan de Enel para los próximos 3 años
Con miras a la transición energética, en el período 2023-2025, Enel pondrá foco en el reposicionamiento de sus negocios en las distintas geografías donde opera, con eje en la electrificación sostenible, para asegurar el crecimiento y la solidez financiera, informó.
El 60% del desembolso anunciado se destinará a reforzar la estrategia comercial del grupo, con vistas a incrementar el número de clientes y servicios; mientras que un 40% estará dirigido a ampliar las redes, en línea con el compromiso que asumió como facilitador en la transición energética.
Para eso, definió cuatro acciones estratégicas: equilibrar la oferta y demanda de los clientes para optimizar el perfil de riesgo y rendimiento; descarbonizar para garantizar la competitividad y la sostenibilidad; reforzar y digitalizar las redes para avanzar en la transición; y optimizar la cartera en los distintos mercados.
El 60% del desembolso anunciado por Enel se destinará a reforzar la estrategia comercial del grupo.
Respecto de su plan de transformación, el grupo espera cubrir aproximadamente el 90% de sus ventas a precio fijo con electricidad libre de carbono en 2025, elevando la generación renovable a alrededor del 75% del total y alcanzando alrededor del 80% de los clientes de la red digitalizada.
Con estas proyecciones, para 2025, espera agregar alrededor de 21 GW de capacidad renovable instalada, de los cuales aproximadamente 19 GW se encontrarán en los mercados principales, para alcanzar los objetivos planteados en el Acuerdo de París. Su cartera asciende a alrededor de 425 GW.
Para ese año, espera obtener un Ebitda ordinario de entre 22.200 y 22.800 millones de euros, en comparación con el rango de entre 19 y 19.600 millones de euros estimado con que cerrará 2022. A su vez, el grupo calcula que en tres años su ingreso ordinario neto rondará entre 7000 y 7200 millones de euros, versus las estimaciones de entre 5000 y 5300 millones de euros con que espera concluir 2022.