

La casa ArtCurial de Mónaco pondrá a subasta mañana 38 coches de lujo, entre ellos modelos Porsche, Panhard, Maxwell y Bentley, de la colección personal del príncipe Alberto II, que con el resultado de la venta quiere renovar su prestigiosa colección.
Aprecio particularmente esta colección y quiero ampliarla con la adquisición de nuevos modelos explica el soberano para justificar la venta. Como todas las colecciones, tiene que evolucionar, asegura en un cable de AFP el responsable de la colección, Philippe Renzini.
Desde ayer y hasta mañana los aficionados pueden admirar los 38 modelos a la venta, del total de 142 que tiene la colección.
Se trata de una subasta excepcional, según la casa ArtCurial, que ya organizó otras ventas para la casa real de Mónaco, y espera que el origen prestigioso de la colección sea un valor añadido.
A pocas horas de la venta muchos coleccionistas ya se acercaron a examinar de cerca los coches, entre ellos ciudadanos monegascos interesados por la historia del principado pero también estadounidenses, británicos, alemanes, rusos y, hasta quizás podría llegar a ver algún empresario argentino fanático de los autos de colección.
El coche más antiguo que se pondrá a la venta es un Berliet C2 Double Phaéton, construido en Lyon en 1907 y que se podría adjudicar por un precio de entre 20.000 y 30.000 euros.
Pero las estrellas de la venta serán un Bentley S1 Berline gris de de 1956, un Mercedes Benz 500 de 1983, que fue el coche personal de Raniero el padre de Alberto, y un Panhard X19 de 1913. Con una silueta más deportiva que los Rolls, su panel de instrumentos de madera y sus tabletas plegables, el Bentley S1 Berline fue en su época uno de los automóviles más caros del mundo, usado por reyes y dignatarios, y tiene un valor de entre 25.000 y 30.000 euros.
El mismo precio que el Panhard 1913, que conserva todos sus elementos originales, incluso su cuero desgastado. Para los coleccionistas con menos presupuesto, ArtCurial propone un Fiat 500 blanco de dos puertas de 1971 por un precio estimado entre 6.000 y 10.000 euros, un modelo urbano que fue un éxito de ventas durante quince años.
También se pondrán a subasta cuatro vehículos militares estadounidenses (Dodge y GMC) de la Segunda Guerra Mundial. Philippe Renzini, responsable de la colección, recuerda que los coches que forman parte de la historia más íntima de la familia no se ponen a la venta, como el Floride verde borneo de la princesa Grace, que Renault le regaló en 1959.










