

Los especialistas en nutrición recomiendan mantener una alimentación variada y saludable para conservar un buen estada físico y mental, según detalló en su sitio web la Secretaría de Salud del Gobierno de México.
Para esa razón, es necesario incluir en la dieta diaria frutas y vegetales que aporten vitaminas, minerales y nutrientes primordiales para el organismo, como el orégano.

¿Qué es el orégano y para qué sirve?
El orégano (Origanum vulgare) es una hierba aromática ampliamente utilizada en la cocina para realzar el sabor de diversos platillos. Su perfil de sabor distintivo lo convierte en un ingrediente esencial en muchas recetas, especialmente en la cocina mediterránea. Las hojas de orégano son de un color verde oliva y sus flores presentan un tono púrpura, lo que lo hace fácilmente reconocible en su estado natural.
Además, esta hierba está relacionada con otras populares, como la menta, el tomillo, la mejorana y la albahaca, formando parte de la rica tradición culinaria de muchas culturas.
Aunque el orégano es seguro para el consumo en cantidades habituales, la evidencia sobre sus beneficios para la salud es limitada. Se ha sugerido que contiene compuestos químicos que podrían ayudar a aliviar la tos y mejorar la digestión, así como a combatir ciertas bacterias y virus.
A pesar de la falta de evidencia sólida, algunas personas recurren al orégano para tratar diversas afecciones, como heridas e infecciones parasitarias. Sin embargo, es importante destacar que estos usos no están validados por la ciencia y se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de utilizar el orégano con fines medicinales.

¿Qué beneficios aporta el orégano?
Sus hojas contienen compuestos químicos que podrían tener efectos positivos en el sistema respiratorio y gastrointestinal, lo que lo convierte en un complemento interesante en la dieta.
Además de sus posibles beneficios digestivos y respiratorios, el orégano también se ha utilizado tradicionalmente para combatir infecciones. Se ha observado que algunos de sus componentes tienen propiedades antimicrobianas, lo que sugiere que podría ayudar en la lucha contra ciertas bacterias y virus. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la evidencia científica que respalda estos usos es escasa y se necesita más investigación para confirmar su efectividad en estos aspectos.
A pesar de sus posibles beneficios, es fundamental consumir orégano con precaución. Tanto las hojas frescas como secas, así como el aceite de orégano, son seguros en cantidades comunes en la alimentación, pero no se dispone de información suficiente sobre dosis adecuadas como complemento. Por ello, es recomendable seguir las instrucciones de uso en las etiquetas de los productos y consultar a un profesional de la salud antes de incorporar el orégano en forma de suplemento, asegurando así un uso seguro y efectivo.

¿Cuáles son las contraindicaciones del consumo de orégano?
El consumo de orégano puede presentar contraindicaciones importantes, especialmente para personas que toman medicamentos para la diabetes. Este condimento tiene la capacidad de reducir los niveles de azúcar en sangre, lo que puede llevar a una hipoglucemia si se combina con antidiabéticos. Por lo tanto, es fundamental que quienes estén bajo tratamiento para la diabetes controlen de cerca sus niveles de glucosa al incorporar orégano en su dieta.
Además, el orégano puede interferir con la coagulación sanguínea, lo que representa un riesgo para quienes utilizan medicamentos anticoagulantes. La combinación de orégano con estos fármacos puede aumentar la probabilidad de hematomas y sangrados.
Por esta razón, es recomendable que las personas que se preparan para una cirugía eviten el uso de orégano en grandes dosis al menos dos semanas antes del procedimiento.

Por último, se deben considerar las precauciones relacionadas con el embarazo y la lactancia. El uso de orégano en cantidades medicinales durante el embarazo puede ser riesgoso, ya que se ha asociado con la posibilidad de abortos espontáneos.
¿Cómo preparar orégano?
Para cocinar con orégano, puedes utilizarlo fresco o seco. Si usas orégano fresco, pica las hojas y agrégalas al final de la cocción para preservar su sabor. Si optas por orégano seco, añádelo al inicio del proceso de cocción para que libere su aroma y sabor en el plato. Es ideal para sazonar salsas, guisos y carnes.














