

El accidente cerebrovascular (ACV) representa la segunda causa de muerte a nivel mundial, así como también la primera de discapacidad en adultos mayores. Se trata de la falta de flujo sanguíneo al cerebro, el cual puede ser tratado a través de ciertos hábitos saludables.
El ACV se produce cuando hay una obstrucción en los vasos sanguíneos del cerebro, lo cual impide el flujo correcto de sangre y oxígeno. Si esto ocurre por unos segundos, el tejido cerebral puede sufrir deterioro o dejar de funcionar.

Por su parte, el neurocirujano Pedro Lylyk -fundador del Instituto ENERI de la Ciudad de Buenos Aires- asegura que más del 90% de los casos se pueden prevenir.
¿Cuáles son los principales síntomas del ACV?
- Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo costado
- Confusión al hablar
- Problemas para hablar o entender lo que se le dice
- Problemas para caminar
- Mareos
- Pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo
- Dolor de cabeza muy fuerte y repentino
¿Por qué se genera el ACV?
Según determina el cardiólogo Mario Boskis, este cuadro se puede desatar a partir de la hipertensión arterial, el tabaquismo y la obesidad.
Desde el sector aseguran que la mortalidad hemorrágica aumentará el 50% para 2050. "Es alarmante que la incidencia de accidentes cerebrovasculares esté aumentando en personas jóvenes y de mediana edad a nivel mundial", suma Boskis.
El accidente cerebrovascular se desata en dos tipos. Por un lado, el isquémico. Por otro, el hemorrágico.
El primero es el más habitual, ya que se produce por un ataponamiento de arterias, lo que impide que la sangre se dirija hacia la zona del cerebro. Al ocurrir esto, la zona afectada no recibe oxígeno, por lo que las células sufren una lesión isquémica.
El segundo, en cambio, se nota una hemorragia al romperse una arteria. La misma puede ser intracerebral (asociada a hipertensión) o en la superficie del cerebro (asociada al traumatismo craneal o a la dilatación de la arteria).
¿Cómo prevenir el ACV?
A continuación, una por una las claves que debes tener en cuenta a la hora de prevenir este cuadro.
- Aplicar hábitos de nutrición saludables desde edades tempranas
- Hacer actividad física, ya sea con deportes o caminatas al aire libre
- Evitar sustancias perjudiciales, tales como cigarrillos, alcohol, y drogas
Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de USA recomiendan controlarse la salud de forma regular y mantener un peso saludable, que evite cualquier tipo de signo de obesidad.















