El té que funciona como una "pócima de la juventud" y estimula la producción natural de colágeno
Es una alternativa deliciosa que brinda increíbles beneficios a tu organismo. Descubre cómo prepararla.
El té es una de las infusiones más valoradas alrededor del mundo, pues deslumbra por su gran cantidad de bondades para la piel gracias a que abundan sus compuestos antioxidantes, fundamentales para atenuar los signos del envejecimiento y preservar un aspecto joven.
En ese sentido, existe uno que destaca por ser ideal para estimular la producción natural de colágeno, una proteína imprescindible para la buena salud del organismo y para garantizar la elasticidad y firmeza del tejido cutáneo.
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La pócima de la juventud: el té que estimula la producción natural de colágeno
El té blanco, originario de Asía, se prepara en función de la planta Camellia sinensis y es de todas las opciones la menos procesada y la más baja en cafeína, por lo que se convierte en una bebida ideal para quienes buscan reducir su consumo de este compuesto.
Se la considera la "pócima de la juventud" porque cuenta con gran concentración de antioxidantes, como catequinas y flavonoides, indispensables para proteger a las células del cuerpo de los daños causados por los radicales libres.
En esa misma línea, además de estimular la producción natural de colágeno, su enorme contenido de antioxidantes resulta sumamente favorable para proteger los mecanismos generativos de esta proteína y prevenir la glicación, un proceso que daña a este tipo de nutrientes.
Cómo preparar el té "rejuvenecedor" en casa
Para preparar esta infusión necesitarás de los siguientes elementos
- Agua caliente a 80°C
- Té blanco
- Infusor o filtro
- Taza
El primer paso será calentar el agua sin dejarla hervir, pues esto puede arruinar por completo el sabor de tu infusión. Luego, debes colocar las hojas de té blanco (2 o 3 gramos por taza) en el infusor y verter el agua sobre ellas, deja reposar durante 5 minutos.
Finalmente retira el infusor de tu taza y disfruta el té, puedes endulzarlo a gusto con miel o añadir limón o leche para un sabor personalizado.
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