

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha reforzado su vigilancia sobre los movimientos financieros de los contribuyentes, poniendo especial énfasis en las transferencias y préstamos recibidos. De hecho, estableció un límite que, de ser superado, puede implicar una multa de hasta 34,000 pesos.
La norma se aplica tanto a los financiamientos otorgados por bancos como aquellos provenientes de familiares o de terceros ya que el objetivo es garantizar su correcta declaración fiscal.
SAT: Cuál es el límite en transferencias que puede generarte multas

De acuerdo con el Artículo 90 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR), las personas físicas están obligadas a declarar ante el SAT los ingresos obtenidos a través de préstamos cuando la cantidad supere los 600 mil pesos. Esta regulación aplica sin importar la fuente del financiamiento, ya sea una institución financiera, un familiar o cualquier otra entidad privada.
El propósito de esta medida es garantizar la transparencia en las transacciones económicas y prevenir posibles irregularidades fiscales. Si un contribuyente omite reportar un préstamo que exceda dicho límite, el SAT podría considerarlo un ingreso no declarado, lo que derivaría enmultas económicas y revisiones fiscales más rigurosas.
¿Qué ingresos no deben ser declarados ante el SAT?

No todos los ingresos que perciben las personas físicas están sujetos a la declaración ante el SAT. Existen ciertas excepciones establecidas por la ley que no generan obligaciones fiscales.
Dentro de estos ingresos exentos se incluyen:
- Apoyos gubernamentales, como programas sociales o subsidios otorgados por el Gobierno federal o estatal.
- Préstamos inferiores a 600 mil pesos, siempre que no se sumen a otros ingresos sujetos a declaración.
- Ganancias derivadas de la fluctuación del tipo de cambio no están gravadas,
- Rendimientos obtenidos a través de fideicomisos, siempre que los recursos se destinen a actividades científicas, políticas, religiosas, educativas o asistenciales.
Conocer estas disposiciones es fundamental para cumplir con las obligaciones fiscales y evitar inconvenientes con la autoridad tributaria.













