El número 13 ha sido el creador de una brecha que perdura en el tiempo: existen quiénes lo aman y lo consideran su número de la suerte por excelencia y quiénes lo odian por entenderlo como señal de mal augurio.
En algunos edificios éste número no forma parte de los que puedes marcar en el elevador. Ese es el punto de escalofrío que ha causado su simbolismo, cuya historia esta cargada por cuestiones místicas, energías e interpretaciones.
El número 13: la peor pesadilla de muchos
Las malas asociaciones del número 13 se originan en de uno de los libros más conocidos de todos los tiempos: la Biblia. Pues en el decimo tercer capítulo comienza el Apocalipsis.
No obstante, otro de los posibles motivos de su mala fama puede estar relacionado a la carta de Tarot que carga con ese valor, conocida, ni más ni menos, como la Carta de la Muerte. Esto es porque al ser el primer número después del cierre de un ciclo (12), se la relaciona con nuevos inicios y la muerte es uno de ellos.
La Astrología, por su parte, indica que son doce los signos zodiacales por los que el Sol transita durante un año y 13 aquellos que visita la Luna. En ese sentido, el número en cuestión asociado a un ciclo lunar y a su carga energética puede significar que los días 13 son un momento óptimo para liberar nuestros instintos.
Un número muy poderoso
Según la creencia popular, si ves el número 13 frecuentemente es posible que se trate de tus ángeles o guías espirituales que quieren comunicarse contigo. Más allá de ello, es importante destacar que éste símbolo también tiene una historia que respalda por qué muchos lo adoptan como número de buena suerte.
Dentro del judaísmo es considerado un día propicio. Cabe destacar que por orden del rabino Eliezer los judíos hicieron 13 días de ayuno, contaban con 13 cuernos en el templo, 13 mesas y 13 reverencias que debían llevarse a cabo durante el servicio religioso.
La Biblia, indica que Ismael fue circuncidado a sus 13 años, cuando la palabra "uno" finalmente llegó. Asimismo, el Bar-Mitzva dicta que al alcanzar esa edad la persona es considerada un adulto ante la ley judía y debe asumir sus responsabilidades como tal.
Finalmente, bajo la lectura de los numerologos, el 13 esta asociado al karma, a la creatividad, la independencia y la transformación. Es una cifra más que positiva, señal de cambios y transiciones que son necesarias para el crecimiento personal.