

Uno de los mayores temores que tienen los jóvenes es que, llegando a cierta etapa, comienzan a oler a anciano, un fenómeno que puede ocurrir muchísimo antes de lo que todos imaginan. Existe una razón científica que revela los motivos de esta etapa biológica, natural e irreversible en cierta edad cuando ocurre el fenómeno.
De acuerdo a un estudio que revoluciona el entendimiento del olor corporal con datos publicados en la prestigiosa revista Journal Plos One, científicos revelaron que el característico olor a anciano no es exclusivo de la vejez, sino que puede iniciar a partir de los 30 años.
Este dato revelador se debe especialmente a la acción de dos moléculas que son compuestos orgánicos volátiles (VOC): el 2-nonenal y, en menor medida, el ácido isovalérico. Este estudio ha confirmado la existencia del aroma que la cultura japonesa denomina “Kareishu”.
A qué huele el “olor a anciano”
El ácido isovalérico, un compuesto que se produce por la metabolización del sudor por las bacterias de la piel, aporta una nota característica similar al queso. Sin embargo, la molécula principal y distintiva del proceso es el 2-nonenal, que se ha identificado como el responsable directo del aroma que comienza a notarse desde los 30.
Este compuesto orgánico, el 2-nonenal, se genera en la piel por la degradación oxidativa de los ácidos grasos insaturados presentes en nuestra barrera lipídica. Este es un proceso natural que se intensifica con el paso del tiempo, afectando también el equilibrio y la regeneración epidérmica, lo que convierte al 2-nonenal en el biomarcador olfativo de la edad adulta.
El aroma del 2-nonenal ha sido descrito en estudios sensoriales como un compuesto con un olor a nuez y, en particular, a aceite rancio. Este matiz es lo que los humanos tienen la capacidad innata de identificar para percibir la edad de otros individuos a través de su olor.
Por qué el olor a anciano comienza a los 30 años
La razón por la que el fenómeno del Kareishu se intensifica a partir de los 30 años radica en la biología de la piel. El proceso de oxidación de los ácidos grasos se acelera debido a varios factores intrínsecos del envejecimiento, que comienzan a manifestarse mucho antes de la vejez.

Dos factores clave explican esta producción incrementada del 2-nonenal. Primero, existen cambios hormonales que provocan la disminución en la producción de lípidos en la superficie de la piel. Segundo, hay una disminución de la capacidad antioxidante natural, lo que significa que la piel pierde su habilidad innata para combatir eficazmente los radicales libres que causan la oxidación.
Cómo prevenir y tratar el olor a anciano en la piel
Si bien el desarrollo del Kareishu es un proceso natural e inevitable, existen medidas de prevención y control altamente efectivas para reducir su intensidad.
Higiene personal
Ducharse diariamente con jabón neutro, utilizar desodorantes y perfumes de manera regular, y prestar especial atención a las zonas propensas a la acumulación de bacterias, como axilas, ingles y pies.
Estilo de vida saludable
Esto incluye una alimentación rica en frutas, verduras y antioxidantes, que ayuda a combatir los radicales libres (los causantes de la oxidación), mientras se limita el consumo de grasas saturadas. Además, la hidratación (beber abundante agua) y la actividad física regular promueven la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas.
Hidratación
Si el olor corporal genera incomodidad, considera el uso de cremas y jabones específicamente diseñados para contrarrestar el olor corporal, o productos específicos que contengan antioxidantes. Recuerda que es un proceso natural; sin embargo, si la situación te preocupa o si observas cambios inusuales, siempre es recomendable consultar con un dermatólogo para obtener una evaluación profesional.















