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Con profundo dolor, las autoridades del Vaticano dieron a conocer en la mañana romana del lunes 21 de abril el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años, quién había estado presente el día anterior ante los fieles congregados en la Plaza San Pedro por la misa del Domingo de Resurrección.

El sumo pontífice, que se había ausentado de la gran mayoría de los ritos de Semana Santa por seguir convaleciente tras su hospitalización, tuvo su última aparición pública ante más de 50,000 religiosos desde el balcón de la logia central de la fachada de la basílica, donde la Iglesia Católica escuchó sus últimas dos palabras.

¿Cuáles fueron las últimas dos palabras del papa Francisco?

Francisco, que no había participado en ninguno de los ritos de la Semana Santa debido a que seguía recuperándose de una neumonía bilateral que lo condujo a permanecer internado durante 38 días en el Hospital Gemelli, había optado por hacerse presente ante los fieles durante el domingo de Pascua.

El pontífice argentino permaneció durante la celebración sentado en la silla de ruedas y sin las cánulas nasales para el oxígeno. Desde el balcón, pronunció las últimas dos palabras que escuchó la comunidad de la Iglesia Católica: "Buena Pascua".

Tras ello, pidió al maestro de ceremonias, Diego Ravelli, que leyese el mensaje para las cerca 50,000 personas congregadas en la plaza de San Pedro para la misa del Domingo de Resurrección, que fue oficiada por el cardenal Angelo Comastri.

Posteriormente, por sorpresa, el papa recorrió la plaza de San Pedro en papamóvil durante varios minutos e incluso detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños, aunque se le notaba con dificultad en los movimientos.

Durante las primeras horas de la mañana de ese domingo, el pontífice había tenido tiempo para recibir al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance en su residencia de casa Santa Marta para un breve saludo e intercambiar una felicitación por la Pascua, informó la oficina de prensa del Vaticano.

Condena al rearme

En el tradicional mensaje de Pascua que escribió el papa antes de morir, en el que se hace mención de los conflictos y males del mundo, lamentaba: "Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes".

Y rechazaba: "la carrera general para el rearme" e instó "a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo".

"La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme", aseveraba el discurso de Francisco.

Dramática e indigna crisis humanitaria en Gaza

"Quisiera que volviéramos a esperar en que la paz es posible", deseaba el papa antes de empezar a enumerar los conflictos en el mundo en un nuevo duro mensaje.

Al mismo tiempo, expresaba su preocupación por "el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo" y también por "la comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria".

En ese sentido, apeló "a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz".

En otro pasaje de su mensaje, aunque sin hacer referencia a la guerra en Gaza, Francisco llegó a criticar los ataques a hospitales y operadores humanitarios.

También instó a rezar "por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria, así como por Yemen, "que está viviendo una de las peores crisis humanitarias prolongadas" del mundo a causa de la guerra", e invitó "a todos a buscar soluciones por medio de un diálogo constructivo".

Una paz justa y duradera en Ucrania

Francisco también pidió "que Cristo resucitado infunda el don pascual de la paz a la martirizada Ucrania y anime a todos los actores implicados a proseguir los esfuerzos dirigidos a alcanzar una paz justa y duradera", así como "que se llegue pronto a la firma y a la actuación de un Acuerdo de paz definitivo entre Armenia y Azerbaiyán" y que se eviten tensiones en los Balcanes occidentales.

Y que "llegue la paz y consuelo a los pueblos africanos víctimas de agresiones y conflictos, sobre todo en la República Democrática del Congo, en Sudán y Sudán del Sur, y sostenga a cuantos sufren a causa de las tensiones en el Sahel, en el Cuerno de África y en la Región de los GrandesLagos".

Pidió ayuda para Birmania "atormentada desde hace años por conflictos armados, que afronta con valentía y paciencia las consecuencias del devastador terremoto en Sagaing".

Con información de EFE