

En las montañas del norte de Japón, un pequeño pueblo llamado Shingo alberga una creencia singular: Jesucristo no murió en la cruz a los 33 años, sino que vivió hasta los 106 años y fue enterrado allí mismo.
Esta leyenda atrae a miles de peregrinos y turistas cada año, convirtiendo a Shingo en un peculiar destino conocido como el "Museo de la Leyenda de Cristo".
A diferencia de la Biblia, los habitantes sostienen que Jesús fue reemplazado por su hermano en la crucifixión y huyó a Japón, donde se estableció, se casó y tuvo tres hijas.

La otra vida de Jesús: un viaje a Japón y una familia secreta
El relato ofrecido por el "Museo de la Leyenda de Cristo" propone una narrativa que se desvía de los relatos bíblicos tradicionales sobre la vida de Jesús.
De acuerdo con esta versión, el mesías viajo a Japón a los 21 años con el objetivo de conocer otras religiones. Esta etapa, que no está documentada, explicaría los "años ocultos" de Jesucristo.
Según la leyenda, vivió en el continente asiático hasta los 33 años, momento en el que regresó a Jerusalén.
Se afirma, además, que no fue crucificado, sino que intercambió su lugar con su hermano, conocido como Isuriki. Según esta teoría, Jesús logró escapar y retornó a Japón llevando consigo dos reliquias: una oreja de su hermano crucificado y un mechón de cabello de su madre, María.
Después de instalarse en Japón, adoptó el nombre de Torai Tora Daitenku y se dedicó a la agricultura. Pero la historia no termina ahí; según se cuenta, se casó con una mujer llamada Miyuko y tuvo tres hijas.
¿Dónde estaría la tumba de Jesús?
En la ciudad de Shingo se encuentra una tumba que, según los creyentes, contiene los restos de Jesús. Cada año, miles de peregrinos, en su mayoría católicos japoneses, visitan el lugar para rendir homenaje.
Shingo está situado aproximadamente a 30 kilómetros hacia el oeste de la ciudad de Hachinohe, la segunda ciudad más grande de la prefectura de Aomori.

¿Cómo nació la leyenda de Shingo?
Según el periodista Winifred Bird, no existe una fecha precisa de la creación del sitio "sagrado", pero se tiene constancia de que en 1930 comenzó a mencionarse el lugar donde supuestamente se encontraba la tumba de Cristo.
"Hacia 1935 llegó a esta región Kiyomaro Takenouchi, un religioso que había leído unos documentos conocidos como los Libros Takenouchi, donde se sugería que Cristo estaba enterrado en Japón", explicó.
Además, agregó: "Cuando llegó a ese lugar, uno de los locales le mostró dos montículos de tierra cubiertos de bambú. Él declaró inequívocamente que uno era el lugar donde estaba enterrado Jesús y el otro, donde yacía el fragmento de su hermano".















