Impactante descubrimiento en las pirámides de Guiza revela una cámara secreta que podría cambiar la historia
Este descubrimiento, realizado mediante métodos de exploración geofísica, ha generado gran expectación en la comunidad científica internacional.
Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Investigación en Astronomía y Geofísica (NRIAG) de Egipto, en colaboración con la Universidad Internacional de Higashi Nippon y la Universidad de Tohoku en Japón, ha realizado un descubrimiento sin precedentes: una anomalía subterránea en forma de L cerca de las pirámides de Guiza.
Las mastabas, conectadas a cámaras subterráneas mediante pozos verticales, han sido objeto de estudio previo. Sin embargo, en el artículo publicado en Archaeological Prospection , los investigadores se enfocaron en una porción del terreno que aún no había sido examinada.
Restos arqueológicos ocultos descubiertos en Egipto
El equipo de investigación ha descubierto importantes restos arqueológicos que habían permanecido ocultos bajo tierra en el Cementerio Occidental de Guiza.
Mediante el uso de métodos de exploración geofísica, como el radar de penetración terrestre (GPR) y la tomografía de resistividad eléctrica (ERT), los investigadores detectaron una estructura en forma de L, con dimensiones aproximadas de 10 por 15 metros, situada a una profundidad de entre 0,5 y 2 metros
Se estima que esta estructura podría haber funcionado como entrada a una edificación subterránea de mayor tamaño, ubicada a una profundidad de entre 5 y 10 metros, con una extensión aproximada de 10 por 10 metros.
Asimismo, el método de descubrimiento indica que esta estructura está compuesta de un material altamente resistente, como arena compactada. Si bien los arqueólogos aún no han podido determinar la naturaleza exacta de esta estructura, consideran que podría tratarse de una edificación arqueológica de gran importancia histórica.
Posible tumba faraónica descubierta bajo tierra en Guiza
Los científicos especulan que esta edificación podría estar relacionada con una tumba.
"A partir de los resultados de la prospección, no podemos precisar el material responsable de la anomalía, pero podría tratarse de una gran estructura arqueológica subterránea", detallaron en el artículo.
Motoyuki Sato, autor del estudio, destacó en una comunicación con Live Science que las excavaciones ya están en marcha para aclarar la función de esta estructura en forma de L, asegurando que "la forma es demasiado precisa para ser un fenómeno natural".
"Creemos que la continuidad entre la estructura superficial y la estructura profunda es significativa", señalan los autores, quienes enfatizan la necesidad de "excavar los restos sin demora para determinar su finalidad".