Hallan el "ladrillo" cósmico que construyó nuestro Sistema Solar: así es el pireno, la pieza faltante del rompecabezas
El pireno podría ser la clave para entender el origen del carbono en el universo, sugiriendo que las moléculas complejas se formaron mucho antes de lo que se pensaba.
Científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) encontraron pireno, una importante molécula de carbono, en una nube de gas y polvo espacial llamada TMC-1.
Este hallazgo, publicado en la revista Science, podría explicar el origen del carbono en nuestra galaxia.
El pireno pertenece a una familia de moléculas llamadas hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP, por sus siglas en inglés), que podrían almacenar hasta una cuarta parte de todo el carbono presente en el espacio.
Se estima que la nube donde se encontró es similar a la que dio origen a nuestro Sistema Solar.
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El misterio de los HAPs: ¿la clave para entender el origen del Sistema Solar?
Hace más de 40 años, a través de telescopios de infrarrojos, los científicos comenzaron a detectar rasgos en el espacio que atribuyeron a la presencia de HAP, pero las técnicas de entonces no les permitieron distinguir qué tipo de moléculas eran exactamente.
"Desde los años 80 del siglo pasado se acepta que los HAP están en el espacio, y se han encontrado en meteoritos, cometas y muestras de asteroides, pero hasta ahora no habíamos podido constatar qué tipo de HAP eran específicamente", señaló Gabi Wenzel, científica del MIT.
El hecho de que, desde entonces, se hayan encontrado HAP en meteoritos, asteroides y cometas empezó a hacer pensar a los investigadores si los HAP serían la fuente de gran parte del carbono que formó nuestro propio Sistema Solar.
Pireno: la molécula gigante que esconde los secretos del origen de la vida
El pasado año, un grupo de científicos japoneses halló grandes cantidades de pireno en muestras del asteroide Ryugu recogidas durante la misión Hayabusa2, junto con HAP más pequeños, como el naftaleno.
Ese descubrimiento motivó a los autores de esta investigación a buscar pireno en la nube molecular interestelar Tauro, situada entre las constelaciones de Tauro y Auriga y conocida con el acrónimo TMC-1.
El resultado es que el pireno que contiene es la tercera molécula más grande identificada en el espacio, y la más grande jamás detectada mediante radioastronomía.
Los investigadores encontraron estas señales en toda la nube interestelar TMC-1.
También descubrieron que el cianopireno representa aproximadamente el 0,1%de todo el carbono que se encuentra en la nube, y, aunque parezca una cifra pequeña "es significativa si se tienen en cuenta los miles de tipos diferentes de moléculas que contienen carbono que existen en el espacio", indican.
"Es una abundancia masiva. Un sumidero de carbono increíble", concluyen los investigadores.
Fuente: EFE